El escritor mexicano Xavier Velasco habló acerca de su más reciente novela, El último en morir, que fue presentada por el escritor Enrique Serna en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
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En la presentación, Serna destacó que “este libro es un manifiesto contracultural sin que él lo defina así. Es una bomba molotov en contra de buscar el prestigio a cualquier precio. Porque Xavier tuvo una evolución muy extraña en las letras, se juntaba más con roqueros que con escritores y desde que nos conocimos me di cuenta de eso, que escribía como un outsider”, dijo.
Xavier compartió que escribió una novela que sale de sí y con tal de que salga no importa sacar todo, “no me importa mi reputación, lo que importa es salvar la novela, si eso sucede yo salgo a flote”.
Entre las anécdotas que se incluyen tanto sus victorias como sus derrotas y agregó que las primeras son más complicadas, porque las segundas, “las asimila como uno pueda. Pero cuando te va bien no tienes defensa, nadie te enseña qué hacer, ni puedes contarlo porque parece que lo presumes y te das cuenta que casi no tienes con quién hablar. Se va acumulando una soledad, no la que sirve para escribir sino de la que no puedes contar tu vida”.
Muchas cosas que cuenta en el libro son aquellas que no pudo contar antes. “No es que no quiera uno el éxito, sino que los fanfarrones lo han convertido en una mala palabra.
“Me he divertido mucho narrando todos los fracasos en este libro, y donde me va bien es donde más se me complica, porque hasta la fecha, cuando me lo preguntan, no sé qué pasa, cuando recibes tantas buenas noticias no sabes cómo asimilarlo”, añadió.
Compartió que le gustan las novelas sentenciosas, “mi favorita es El retrato de Dorian Grey, me gustan los aforismos y quisiera escribir una novela así, pero no puedes sentarte y sacarlos. Escribo para descubrir lo que no sé”. Agregó que de repente se expresan en esas sentencias, pero son hallazgos que le dan vida al mismo libro. “No es que lo logre, pero cuando escribo alguna de esas sentencias siento que lo hago”.
Recordó que “era la clase de alumno que a los dos días ya les había puesto apodos a todos, pero, así como soy fuerte en eso lo hago con los amigos”, diciendo las cosas como son, “pero de quien me burlo primero es de mí mismo. Detesto profundamente la solemnidad”.
Para él la literatura “no forma parte de los deberes, de la zona grave de la vida, siento que, si no está ahí para hablar de las cosas por su nombre, ¿para qué está ahí?”.
Serna le preguntó ¿por qué desde Diablo Guardian no tiene más mujeres protagonistas? Para lo cual confirmó que prepara una obra más de nuevo con una mujer al frente “porque lo extrañaba. Ya me harté de machines” dijo entre risas.
Xavier confesó que aspira a que los lectores se conviertan en sus cómplices, no en sus confidentes. “Que me hagan ver ante sus familiares como una mala compañía. Porque los libros que más me han volteado la cabeza son aquellos donde no eres un lector sino un cómplice”.
MC