Con el conversatorio “De Avándaro al Umbral” iniciaron las actividades de la séptima edición de la Feria Internacional del Libro del Estado de México (FILEM), en el Centro de Conversiones y Exposiciones de Toluca.
Con la participación del productor, Luis de Llano Macedo, una de las personalidades claves para entender el Festival de Avándaro, un legado musical y cultural de principios de la década de los 70 en México, dio inicio esta feria del libro que tendrá más de 250 actividades.
En el marco del primer día de actividades, el productor afirmó que continúa siendo un cronista de su tiempo, que ha aprendido a no tenerle miedo al cambio; pero sí a quedarse atrapado en el ayer.
Presentado por Juan Carlos Muciño González, de la Secretaría de Cultura y Turismo de la entidad, el productor musical y un icono de los medios de comunicación destacó que a través de los libros “El Umbral, Bitácora de mi autoexilio” y “Avándaro, 50 años: Cuando el Rock Mexicano perdió la inocencia”, narra parte de sus vivencias y sus ejercicios de instrospección.
Un evento incómodo
Entre estas experiencias sobresale el Festival Avándaro que calificó como la caída del rock mexicano, haciendo referencia a aquel 11 de septiembre de 1971.
Señaló que ese festival, ahora histórico, fue muy incómodo para varios sectores de la sociedad en México, pues no se escribió ningún libro y no se cuenta con más detalles que la crónicas y fotografías que muestran lo que fue para miles de jóvenes este movimiento.
“El gobierno se asustó al ver que se podían reunir más de 250 mil jóvenes por razones no politicas, en las que no sucedió un accidente, un ataque, un asalto, una cosa que no podía creer; desafortunadamente el público nos rebasó, nunca se perdió el control del festival”.
Explicó que se tenia programada la asistencia de 20 mil personas; sin embargo, llegaron más de 250 mil, quienes convivieron en armonía durante dos días, marcando un momento histórico para el rock, y en general, para la cultura en México.
“A 50 años tengo el orgullo de decir que yo fui a Avándaro, fue un parteaguas a la cultura, de mucha gente, del rock mexicano y aunque el castigo fue demencial, sí hay una generación que salió adelante fue esa”.
50 años del festival
En el marco de los 50 años de este festival, señaló que el rock mexicano perdió la inocencia, en el sentido de que nunca fue el culpable de otras cosas más que el reunir a miles de jóvenes bajo el amor a la música; sin embrago, ante el tratamiento mediático de este festival, por años el gobierno prohibió cualquier concierto de rock.
“Es momento de que confrontemos nuestro pasado y sepamos la verdad, los jóvenes quieren saber la verdad y es justo que tengan una respuesta positiva”.
Con su libro “El Umbral, Bitácora de mi autoexilio”, añadió, es un ejercicio de introspección, en el que desde diversas perspectivas narra un tiempo de cambios, de transformaciones, que trajo consigo la pandemia de covid-19, en la que mucho de lo que conocíamos cambió y continúa cambiando.
“Nos enseñó a valorar ciertos aspectos de la vida, que por ser tan comunes y cotidianos pasaban desapercibidos, como el amor, el trabajo, la amistad, la cercanía, la familia, la empatía e incluso el tema de la soledad y la distancia”.
KVS