La fotografía post mortem surgió como una tradición en Francia en el año de 1839, donde las personas acudían a los fotógrafos para inmortalizar el deceso de sus seres queridos; dicha práctica se desenvolvía usualmente entre familias de alto rango, quienes contaban con los medios para poder costearlo.
En Guanajuato, pese a la llegada tarde de la fotografía al estado, ésta se instaló de manera arraigada entre la sociedad, pues conforme se abarataba la materia prima, la práctica alcanzaba a más personas en la clase media y baja, llegando a los obreros y servidumbre y Romualdo García, quien es reconocido por haber captado imágenes de niños difuntos "Los Angelitos", es considerado como uno de los fotógrafos más importantes en el país y el estado.
¿Quién fue Romualdo García?
Romualdo García nació en Silao, Guanajuato en el año de 1852, estudió pintura, música, y poco después se interesó por la fotografía, abriendo su primer estudio en 1887; se convirtió en el fotógrafo predilecto de la clase alta, aunque también se le conoció como 'Fotógrafo de los humildes'
- Te recomendamos Estos son los barrios más antiguos de León Comunidad
Romualdo gustaba de dirigir la captura en sus fotografías y no se limitaba a capturar el momento, si no que proponía miradas, poses y vestuarios.
La tradición de capturar una imagen de los familiares fallecidos, cobró popularidad en todos los estratos de la sociedad e indiscriminadamente de tal circunstancia, García dotaba de naturalidad y elegancia sus tomas.
Dada la tasa de mortalidad de aquellos tiempos, donde la edad promedio de vida no rebasaba los 40 años y la gran parte de los infantes moría en los primeros 5 años de vida, muchas de las imágenes correspondían a niños.
Dichas imágenes se conocían como "Los Angelitos", con quienes debido a su estética refinada, se podía lograr una imagen dulcificada de la muerte y a través de una serie de técnicas se buscaba capturar a los familiares buscando un recuerdo permanente.
Éstas podían ir desde lo evidente:
*Mostrar el cuerpo en su lecho de muerte o ataúd, adornado con flores y demás adornos.
*Simulando el sueño, buscando reducir el dramatismo de la muerte
*Simulando la vida, donde añadiendo diferentes elementos o poses se podía dar la apariencia de un cuerpo con vida.