Fermín Soto es un fotógrafo duranguense que capta la esencia de la urbanidad.
Con la exposición "La alquimia del abismo", trata el tema de la enfermedad mental y la exclusión social de los indigentes.
Soto habla que el tránsito callejero es revelador que encuentra lo bueno y lo malo de la sociedad.
En el caso de Durango, la indigencia y la locura ocupan espacios urbanos importantes.
Fermín descubre la vida de los olvidados.
Comentó que su labor como fotoperiodista es encontrar los rescoldos sociales y concentrarlos en imágenes. Que se conozca la realidad de otros, "porque siempre pensamos de manera egoísta".
El Dato.Expo
La exposición que se realizará en Durango el 9 de agosto, retrata en palabras de Soto, la acción del fotógrafo por acercarse a la gente para tomar las placas desde la intimidad de los habitantes de las calles.
Profundizó que aunque no lo parece, tomar fotografías de personas con problemas mentales o en condiciones de calle, es de apoyo para hacerlos visibles.
Otro de los planteamientos de la exposición, es que se logre hacer conciencia que hay seres humanos habitando las calles como fantasmas, que no son tomados en cuenta por ser adictos o enfermos mentales.
Recordó que la locura se ha estigmatizado, porque a lo largo de la historia personas que padecieron este supuesto mal mental, han creado grandes obras y se mantienen ecuánimes.
Sostuvo que la normalidad lleva a las personas a ser conformistas, y los trastornos están a muchos niveles y no es necesario buscar en las zonas abisales de la ciudad para encontrar personas con padecimientos, sino en lo cotidiano.
Finalmente que es por eso necesario el reconocimiento entre iguales, y como en esta caso de las personas que se encuentras desperdigadas en la ciudad de Durango y en su centro psiquiátrico.