Frida Kahlo: Del Olvido al Mundo

“Doctorcito déjeme tomarme este tequila y le prometo que en mi funeral no tomo”

Detalle en la Caza Azul de Frida (Cuartoscuro)
Hilda Trujillo
Ciudad de México /

En un rincón olvidado de Coyoacán, en los albores del Siglo XXI, la Casa Azul de Frida Kahlo yacía como un lugar abandonado. Vidrios sucios y rotos impedían la entrada del sol a aquel santuario de recuerdos. Las ventanas clausuradas y las terrazas cubiertas reflejaban la soledad que envolvió a la artista tras su partida. Entre polvo y telarañas, las muletas de Frida eran testigos de su inquebrantable voluntad y dolor constante.

Pasaron cincuenta años, desde la muerte de Frida Kahlo en 1954, tres años después de la de Diego Rivera, 1957, y el legado de Frida quedó oculto, sepultado por Dolores Olmedo, ahí permaneció en armarios, en baños, en bodegas tapiadas por más de 50 años. Tres pequeñas fotografías de amores de Frida, entre muchos y muchas más, pues amaba apasionadamente: Alejandro Gomez Arias, Nicolás Murray y Josep Bartoli, estas pequeñas fotos recortadas en óvalos, pegadas en el cajón del escritorio, esperaban ser descubiertas también los aretes que Picasso otrora le regalo, sus vestidos y joyas.

Para Frida, el sexo fue un escape de su dolor físico y emocional, y cada pincelada resonaba en su frase: "Yo no tengo mañana".

Pasaron mas de 50 años desde su muerte de Frida que ocurrió en el año que coincidentemente la incipiente democracia soñadora e ingenua de Guatemala fue derrocada por militares apoyados por el imperio gringo, en protesta Frida pide pintar las banderas de ambos países: México y Guatemala, en el portón de la calle de Allende, ahí siguen como homenaje a la ignominia del poder sobre el más débil.

La noticia de la muerte de Frida dejó un vacío inmenso en el corazón de su esposo Diego Rivera, otro gigante del arte mexicano. Comprendiendo la importancia de mantener viva su memoria, Diego decidió que su legado artístico debía pertenecer al pueblo de México. Así nació la idea de crear dos museos: el Frida Kahlo Casa Azul y el Diego Rivera Anahuacalli.

Diego confió el cuidado de los museos a Dolores Olmedo, una coleccionista y mecenas influyente. En 1958, cuatro años después de la muerte de Frida, el Museo Casa Azul abrió sus puertas. Carlos Pellicer, poeta y museógrafo de excepcional delicadeza, amigo cercano de Diego, fue el encargado de la remodelación, transformando la Casa Azul en un espacio donde los visitantes podían sentir la presencia de Frida.

A pesar de estos esfuerzos, el destino de los museos no fue tan brillante como se esperaba. Dolores Olmedo utilizó su influencia para mantener gran parte del trabajo de Frida oculto, relegando cientos de cartas, dibujos y recuerdos personales al olvido. El museo, que inicialmente fue un faro de esperanza, se convirtió en un espacio donde la luz de Frida apenas brillaba.

Frida tuvo un doble entierro, el de su cuerpo y el de su arte. Sin embargo, la verdad no puede permanecer oculta para siempre. En 1977, al cumplirse 70 años de su nacimiento, su nombre comenzó a resonar nuevamente. Biografías, investigaciones y exposiciones desenterraron su legado. El esfuerzo de historiadores, artistas y feministas rompió el silencio que envolvía a Frida, devolviéndole su lugar entre los más grandes artistas de la historia.

La vida de Frida Kahlo está marcada por su lucha incesante y pasión inquebrantable. Vivió con una intensidad que pocos podían igualar, enfrentándose al dolor con una valentía que la convirtió en un ícono atemporal. Sus pinturas, cargadas de simbolismo y emoción, reflejan esa lucha constante y su búsqueda de autenticidad.

Sin embargo, la historia de Frida Kahlo, su lucha y pasión, resurgió para inspirar a nuevas generaciones. Con el tiempo, exposiciones y películas como "Frida, naturaleza viva" y "Frida", protagonizada por Salma Hayek, ayudaron a llevar su historia a un público más amplio. La publicación de su "Diario" en 1995 y otros escritos revelaron nuevas facetas de Frida: la escritora y apasionada pintora.

El rescate del La Casa Azul en 2003 permitió descubrir a la mujer detrás de la artista. Tras la muerte de Dolores Olmedo en 2002, Hilda Trujillo se convirtió en directora de ambos museos y no escatimó esfuerzos para mostrar al mundo la Casa Azul como una obra de arte más de Frida Kahlo. La pasión por investigar la vida y obra en la propia casa de la artista, llevo a Hilda a conjuntar diversos especialistas y artistas renombrados que conjuntamente armaran la historia tapiada por Olmedo. Veinte años de trabajo especializado puso de nuevo a Frida Kahlo en la historia de los grandes artistas.

Exposiciones y películas ayudaron a llevar su historia a un público más amplio. La apertura de archivos en 2003 permitió descubrir a la mujer detrás de la artista, y la muerte de Dolores Olmedo en 2002 Hilda Trujillo toma la Dirección de Ambos museos, y convocando a grandes artistas recuperaron profundamente a Frida.

Hoy, enfrentamos nuevos desafíos. La mercantilización del legado de Frida pone en riesgo su verdadera esencia. La censura, la ambición de familias y funcionarios, la corrupción, pretenden condenar y sepultar una vez más a Frida de México, a Frida Khalo.

Su historia nos enseña la importancia de recordar y honrar nuestra herencia cultural. Frida vive en sus pinturas, en cada espacio que habitó y en cada palabra que escribió. Su legado sigue inspirando a nuevas generaciones a encontrar su voz, luchar por su identidad y resistir el olvido. Frida es un testimonio de que, incluso cuando el mundo intenta olvidarnos, nuestra verdad puede resurgir, más poderosa y resonante que nunca, sobre todo para las nuevas generaciones*.


*Texto realizado con el apoyo de dos grandes mujeres: Luz María Meza y Sonia Sierra.

Hilda Trujillo cuenta con una experiencia de más de 20 años en el desarrollo de proyectos y espacios culturales sustentables exitosos y en promoción artística. Es experta en estrategias, alianzas y proyección de imagen. Ha sido Coordinadora del Festival de la Raza en Tijuana, Directora General de Cultura en la Delegación de Coyoacán, Directora de los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, en esta última posición logró colocar a los museos en un primer plano de reconocimiento nacional e internacional; ha encabezado numerosas investigaciones, publicaciones, exposiciones y conciertos también reconocidos internacionalmente.


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.