Frida Kahlo, icono de la riqueza de la mexicanidad

Hoy, de 75 años de edad, Mimi es la heredera, sí, pero también la custodia de una singular historia de amor que, será contada así, en la Galería de Arte del Ayuntamiento, en el Portal Hidalgo.

Moisés Ramos
Puebla /

El 13 de julio se cumplirán 64 años de la muerte de Frida Kahlo; menos de 40 años después de su fallecimiento Mimi y Chris Muray, hijos de Nickolas Muray, encontraron un sobre con 70 negativos que su padre atesoraba junto a centenares de fotos familiares; quizá para los hijos del húngaro Frida Kahlo y Coyoacán no les dijera mucho, menos aún la Casa Azul de Diego Rivera.

Pero Mimi y Chris estaban frente a un hallazgo histórico que tardaron poco en entender: el mejor amigo de Kahlo había hecho no sólo las primeras tomas a color de la mujer de Coyoacán: había dejado las bases para volverla lo que ahora es, independientemente de su obra: un ícono.

Sin embargo, aunque no lo recordaran claramente, Chris y Mimi Muray habían conocido a Frida y habían estado en la Casa Azul de Coyoacán.

Hoy, de 75 años de edad, Mimi es la heredera, sí, pero también la custodia de una singular historia de amor que, a partir de hoy, viernes 23 y hasta el 22 de mayo, será contada así, en la Galería de Arte del Ayuntamiento, en el Portal Hidalgo número 12.

Mimi también es la directora de los Nickolas Muray Photo Archives, por los cuales esta fotográfica y colorida historia de amor llega a Puebla.

La muestra “Frida Kahlo a través de la lente de Nickolas Muray” de 54 fotografías y cartas de Nickolas Muray y Frida Kahlo (quien nació en junio de 1907 y murió en 1954), será inaugurada por el alcalde Luis Banck Serrato a las 18 horas.

“Nunca te olvidaré… De Frida Kahlo para Nickolas Muray: fotografías y cartas inéditas” es un libro compilado por el psiquiatra mexicano Salomon Grimberg en el año 2005, el cual contiene la parte escrita del amor entre Muray y Frida Kahlo, pues es la compilación de las cartas que ambos se enviaron y, en el caso de Muray, conservó su cuarta esposa, la mamá de Mimi, quien supo que esa amistad y romance habían sucedido antes de que ella se casara con el fotógrafo de origen húngaro.

Dos años antes, en el 2002, Salma Hayek había hecho su versión cinematográfica de la vida de Kahlo, pero ni por asomo menciona a Muray.

Frida Kahlo es, sin lugar a dudas, referente de nuestra cultura visual en México, es un icono mundial de la riqueza de la mexicanidad; en ella se encuentran los acervos tradicionales y las vanguardias artísticas para dialogar armónicamente.

Esta referencia visual de Frida intensa y pasional ha llegado hasta nosotros de la mano de sus autorretratos, la cual, al mismo tiempo fue encausada por fotografías que hoy nos recuerdan a la Frida Kahlo que representa a México, asegura la directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (Imacp) Anel Nochebuena Escobar.

La funcionaria lo afirma en torno a la exposición sobre Kahlo vista por Muray; y agrega:

El Imacp ha fortalecido como nunca antes el espacio de exposiciones para artes visuales y gráficas, lo cual fue reconocido al ser incluida la galería Municipal en el Caso Internacional de Museos (ICOM por sus siglas en inglés), un esfuerzo realizado con la finalidad de acercar al público a expresiones culturales diversas locales, nacionales e internacionales, que destacan por su calidad y prestigio.

En este pinche mundo

Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Marlene Dietrich, Greta Garbo, Jean Harlow y Joan Crawford fueron algunas de las mujeres que Nickolas Muray pudo fotografiar, pero ninguna lo cautivó como Frida, con quien creyó que podría casarse cuando ella se divorció de Diego en 1940… sólo para volverse a casar con él ese mismo año.

Fue en la revista “Coronet” donde publicó la hoy famosa foto de “Frida con rebozo magenta”, la cual puede verse en la Galería Municipal poblana en todo su esplendor.

Cuando murió en 1954, sobre su cama Frida tenía colgada esa fotografía; era la favorita del “Sapo” Diego Rivera, su esposo, siempre.

Muray había conocido a Kahlo gracias al dibujante Miguel Covarrubias, quien lo había invitado de vacaciones a nuestro país. Miguel aparece en algunas fotografías junto a Frida y Muray.

¿Sabían Covarrubias y Nickolas lo que estaba naciendo? Para el 13 de junio de 1939, Frida le escribe al fotógrafo:

“Ahora entiendo todo con perfecta claridad, y lo único que quiero es decirte con mis mejores palabras que te mereces en la vida lo mejor, lo mejor de todo, porque tú eres una de las pocas personas en este pinche mundo que son honestas consigo mismas y eso es lo único que realmente importa. No sé por qué en un minuto me podía sentir herida porque eras feliz ¡es tan tonta la manera en que las chamacas mexicanas (como yo) a veces vemos la vida!”

Desde París, el mismo año, le escribió:

“Mi adorable Nick, esta mañana, después de tantos días de espera, llegó tu carta. Me sentí tan feliz que, antes de comenzar a leerla, me puse a llorar. Mi niño, realmente no puedo quejarme de nada en la vida mientras tú me ames y yo a ti. Es tan real y hermoso que me hace olvidar todos los dolores y los problemas, incluso me hace olvidar la distancia”.

Tal vez cartas como esa, le hicieron pensar al húngaro residente en Estados Unidos que, al año siguiente, cuando Frida se divorció de Diego, podría casarse con ella; pero Frida quería mantener el fuerte vínculo que lo unía a él, con quien volvió a casarse ese mismo año, pese a las infidelidades de los dos.

El 13 de octubre de 1939 le escribió:

“Hace dos semanas pedimos el divorcio. No tengo palabras para decirte lo mucho que he estado sufriendo y sabiendo cuánto amo a Diego; debes comprender que estos problemas nunca terminarán en mi vida, pero después de la última pelea que tuve con él (por teléfono), porque hace casi un mes que no lo veo, entendí que es mucho mejor que me deje. Me dijo las peores cosas que te puedas imaginar y los más sucios insultos que jamás esperé de él”.

Frida también quería a Muray, según le escribió: “En una escultura cerca de la chimenea, veo, claramente, a la primavera brincando en el aire, y puedo oír tu risa, justo como la de un niño, cuando te sale bien. Oh, mi querido Nick, te quiero tanto. Tanto te necesito, que me duele el corazón”.

¿Cómo iba a dudar Nickolas en amarla cuando, por ejemplo, el 27 de febrero de 1939 le escribió:

“Mi amado Nick: Esta mañana recibí tu carta, después de tantos días de espera. Sentí tal felicidad que empecé a llorar antes de leerla. Mi niño, en realidad no debería quejarme de nada de lo que me pase en la vida, mientras tú me quieras y yo te quiera. [Este amor] es tan real y hermoso que me hace olvidar todas las penas y los problemas, hasta hace que olvide la distancia. A través de tus palabras estoy tan cerca de ti que puedo sentir tu risa, esa risa tan limpia y franca que sólo tú tienes. Estoy contando los días que faltan para mi regreso. ¡Un mes más! Entonces estaremos juntos de nuevo…”

La íntima relación

La exposición que presenta la Galería del Ayuntamiento brindará al visitante la oportunidad de acercarse a la íntima relación de la mirada de Muray y Kahlo a través de cartas y más de 46 fotografías procedentes de los Nickolas Muray Photo Archives, informó la directora del Imacp, Anel Nochebuena Escobar.

Y agregó: “Curada con esmero, la exposición llega del Museo de Arte Latinoamericano de Long Beach, California. Las fotos van de 1937 a 1946, hechas en México o Estados Unidos, tiempos y lugares es lo que Frida y Muray estuvieron muy cercanos. En esa casi una década, Frida se erigió, más que en un modelo en el tema fotográfico de exploración dentro de la obra de Muray”.

Recordó que Muray, además varias veces campeón de esgrima “fue uno de los primeros en experimentar con la fotografía a color... Y la exposición permitirá a los habitantes y a los visitantes de la ciudad confluir en horizontes de miradas, afectos, secretos, encuentros y aplazamientos entre ambos artistas visuales del siglo XX”.

Frida le escribió a Muray en febrero del 39: “No hagas el amor con nadie, si lo puedes evitar. Hazlo únicamente en el caso de encontrar una verdadera F. W. [fucking wonder]; [maravilla para coger], pero no te enamores. Juega con el tren eléctrico de cuando en cuando, si no regresas demasiado cansado del trabajo”.

La exposición “Frida Kahlo a través de la lente de Nickolas Muray” podrá ser vista de lunes a domingo de 10 a 21 horas por 35 pesos.

AMV

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