Friedrich Nietzsche fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XIX y uno de los más relevantes de la filosofía occidental. Mucho de su pensamiento se ha introducido en la cultura popular, aunque algunas veces se suele interpretar erróneamente. Tal es el caso de una de sus frases más famosas: "Dios ha muerto".
En el marco del aniversario del filósofo —nacido en el extinto Reino de Prusia el 15 de octubre de 1844—, te contamos la historia de esta famosa frase, que aparece en el aforismo 125 La gaya ciencia, escrito en 1882.
Dios murió...pero no literalmente
Primero, hay que entender que Nietzsche desarrolló su filosofía con alegorías, por lo que no se debe entender todo de manera literal. En este caso, cuenta la historia de un hombre loco que baja al mercado y anuncia la muerte de Dios.
"Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros?", dice el loco.
Sin embargo, la gente del pasaje es desde hace tiempo atea, por lo que simplemente lo ignoran.
Por lo tanto, la frase "Dios ha muerto" no quiere decir que haya existido Dios y que luego murió. En realidad, se refiere al creciente ateísmo que surgió durante el siglo XVIII, con el nacimiento de la Ilustración.
Las ideas de la ciencia, la razón y el progreso crecían entre los intelectuales de aquellos años, por lo que el ateísmo se volvía una corriente cada vez más popular y de ahí proviene parte del pensamiento de Nietzsche, a pesar de que creció en una familia creyente.
¿Qué quiere decir que Dios ha muerto?
Las ideas de la Ilustración rompieron gran parte de la construcción de la cultura occidental de los últimos siglos, basadas en la religión y en la idea de Dios.
Incluso ideas sobre lo divino, la creación y una vida del más allá estuvieron en el pensamiento filosófico desde el inicio de los siglos, pues se remontan hasta el mismo Platón.
Al decir que "Dios ha muerto", Nietzsche explica metafóricamente que con se rompen los cimientos del saber y la moral de la historia de la humanidad, que antes le otorgaba un sentido a la existencia.
La vida no vale nada
Si Dios ha muerto, si la idea de su existencia ya no es una respuesta plausible. ¿Qué queda para la humanidad, que ha basado su moral en la promesa de un creador y de una vida del más allá?
" ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?", dice el loco en el aforismo.
De acuerdo con el filósofo, enfrentar la muerte de Dios haría que la humanidad soporte la podredumbre de su cadáver: la pérdida del sentido. De ahí viene el nihilismo, una corriente con la que se identifica el pensamiento de Friedrich Nietzsche que plantea una negación del sentido y la existencia.
"En la medida en que rechazamos de nosotros la interpretación cristiana y condenamos su 'sentido¿ como una moneda falsa, irrumpe inmediata y terriblemente la pregunta schopenhaueriana, esa pregunta que necesitará un par de siglos más sólo para ser escuchada plenamente y en toda su profundidad: ¿tiene pues en general algún sentido la existencia?", escribe Nietzsche.
Dios ha muerto, pero la humanidad sigue viva
¿Qué haremos ahora que sabemos que "Dios ha muerto"? A partir de estas reflexiones, el filósofo desarrolla gran parte de su pensamiento, que culminaría en obras como Así habló Zaratustra.
Acostumbrada a la idea de prepararse para una vida en el más allá, la humanidad debe aprender a vivir el presente. Es en el ser humano mismo que se debe plantear el sentido de la trascendencia, diseñar su propio sistema de valores.
De este modo, su pensamiento, más allá del pesimismo inicial, plantea una gama de posibilidades. Estas ideas se concretan en los conceptos de superhombre y del eterno retorno.
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