En la poesía de Clyo Mendoza (Oaxaca, 1993) ya se notan sus búsquedas literarias: el amor, la conciencia, el erotismo, pero tenía la necesidad de hacer un recorrido mucho más amplio, en donde se incluyeran otros asuntos, como la violencia en sus diferentes formas, el amor y el sufrimiento, lo que la llevó a la historia de Furia (Almadía 2021), presentada como novela, aunque sigue muy cerca de la poesía.
“Seguramente por una cuestión sobre estos temas que hay de abuso y todo eso, de los cuales también he padecido, quería hablar de eso, pero sin hacerlo desde el mismo lugar en el cual ya lo había hecho, sino ahora desde la perspectiva de los hombres. Generalmente mis personajes son femeninos y creo que en Furia predominan los masculinos, con todas las vicisitudes que hay en el hecho de haber sido educados como hombres. Hay un poco de furia en el discurso, indudablemente”.
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Autora de libros como Anamnesis o Tiembla, Clyo Mendoza comenzó la escritura de la novela inspirada en la violenta relación de la escritora y artista visual Unica Zürn y el poeta y pintor Henri Michaux, aun cuando terminó por recorrer la violencia que ella misma sufrió, la que enfrentaron las mujeres de su familia y la que se vive en la actualidad a partir de las múltiples metáforas que el lector puede encontrar en el desierto.
“Necesariamente, para poder hablar de la violencia del cuerpo, tenía que hablar de la violencia del territorio. Es bastante evidente la transición en el libro de la ciudad a lo rural, espacios en los que he vivido, y sí quería hablar de la violencia contra las mujeres. Originalmente el libro estaba inspirado en la vida de una Unica, quien fue violentada y se suicidó enfrente de su violentador, su propio esposo, y al final se terminó por convertir en una crítica a la condición humana”.
En Furia, Clyo Mendoza habla de la violencia contra las mujeres, pero también de una violencia sistemática, contra el territorio y contra el cuerpo visto como un territorio, a fin de reconocer la intersexualidad o la transexualidad, como una serie de cuestiones ahora evidentes y que no lo habían sido en la historia.
“Seguro hablo de la violencia contra las mujeres, pero también de una violencia sistemática, contra el territorio, que nos determina, y si el territorio está violentado, pues también lo estamos nosotros, sobre todo nosotras. Muchas de estas inquietudes provenían de mi historia personal: por ejemplo, tengo una hermana trans, viví toda su transición de hombre a mujer, ella me ha enseñado mucho, por ello también estaba la necesidad de reconocer la intersexualidad, la transexualidad, como una serie de cuestiones ahora evidentes y que no lo habían sido a lo largo de la historia, al menos no con respeto”.
Y si bien sus protagonistas son principalmente hombres, la escritora aclara que no hay un resquemor hacia el género, por eso mismo se había dado un intercambio sobre lo que es ser un hombre educado en esta sociedad patriarcal y las dificultades que atraviesa al momento de relacionarse con otros hombres y con mujeres.
Al mismo tiempo, a Clyo Mendoza le interesaba que en Furia se reflexionara sobre los distintos estados de conciencia, un tema que ha explorado personalmente: hablar desde el sueño, la enfermedad o las drogas, “como la variedad de realidades que se atraviesan y cómo esto se encuentra con la locura, con nuestras percepciones del amor o de los afectos”.
PCL