La galería Marian Goodman de Nueva York abrió al público una exposición de Gabriel Orozco —afincado en Asia desde hace cuatro años—, con tres series de esculturas y media docena de pinturas témpera.
La muestra, abierta al público hasta el 27 de octubre, muestra las influencias que han tenido en el mexicano sus estancias en Bali, Indonesia y Tokio.
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“Llevo cuatro años viviendo en Asia. Estoy en Japón y en Bali, donde ahora estoy trabajando piedra caliza. He estado mucho tiempo ahí y viajando mucho a México. De alguna manera, esta exposición muestra eso”, dijo Orozco.
Orozco explicó que en la comunidad de Ubud, un importante centro artesanal en Bali, creó en un taller cercano a su vivienda la serie de esculturas en piedra caliza, de unos 30 por 30 centímetros.
Mientras tanto, en México elaboró esculturas con piedras volcánicas tezontle y recinto. De menor tamaño, son algunas piezas creadas en mármol negro.
El artista veracruzano siguió desarrollando su serie de pinturas témpera, compuestas por diseños geométricos cromáticos que oscilan entre lo figurativo y lo abstracto.
De acuerdo con Briony Fer, curadora e historiadora del arte, la relación de Orozco con la geografía es difícil de precisar. Su obra —señaló— no universaliza ni presenta una estética localizada o versiones distintas de una pieza influidas por su lugar de producción.
“Las series se bifurcan, aludiendo a las condiciones específicas de su fabricación, aunque también comparten un lenguaje geométrico formal. Es difícil precisar a dónde pertenecen”.
Después de su primera muestra en 1983, la obra de Orozco ha sido objeto de numerosas exposiciones individuales en algunos de los recintos más relevantes del mundo, como el Museo de Arte contemporáneo de Los Ángeles y el Museo del Palacio de Bellas Artes, en México.
A finales de 2009, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) organizó una gran retrospectiva de su obra. La retrospectiva viajó además al Kunstmuseum de Basilea, Suiza, al Centro Pompidou de París y al Tate Modern, de Londres.
ASS