'Flor de Piña', uno de los bailes tradicionales más esperados en la Guelaguetza

Con esta danza se reconoce a las culturas chinantecas y mazatecas de la región de San Juan Bautista Tuxtepec.

La danza surgió con la idea de representar las diversas culturas que engloba la región de Tuxtepec. (Foto: Rodolfo Lavalle)
Oaxaca /

La Guelaguetza es la máxima fiesta de Oaxaca que enamora a escalas nacional e internacional por la diversidad de bailes, música, huipiles, tradiciones y explosión cultural contenidos en esa maravillosa celebración.

Uno de los bailes más populares y esperados por los asistentes a la Guelaguetza es el baile Flor de Piña, que representa a la Región de la Cuenca del Papaloapan con sede en San Juan Bautista Tuxtepec.

El baile tuvo su génesis en 1958 por la maestra Paulina Solís Ocampo, a petición del gobernador Alfonso Pérez Gasca, con la idea de representar las diversas culturas que engloba la región de Tuxtepec, integrada por 14 municipios, pues no existía un baile o danza que mostrara la diversidad cultural de la zona.

En cambio, en Tuxtepec predominaban los bailes jarochos y las jaranas, producto de la cercanía geográfica con Veracruz y por ser el lugar donde nace el río Papaloapan —y con ello la cultura del sotavento— para después seguir su cauce que pasa por Otatilán, Tlacotalpan y finalmente desemboca al mar en Alvarado.

Al centro, Paulina Solís Ocampo, creadora del baile Flor de Piña. (Foto: Silvia Valera)

La maestra Solís Ocampo se inspiró en la mujer chinanteca para realizar el baile y un elemento medular fue la inclusión de los huipiles de la región en la vestimenta de las bailarinas. La riqueza cultural de los huipiles de la Cuenca del Papaloapan es enorme, varían en color y diseño dependiendo el municipio, y son finamente elaborados en su mayoría en telar de cintura con hilo de algodón adornadas con diferentes figuras llamativas como flores, conejos o aves.

La música de Flor de Piña, con autoría de Samuel Mondragón, es alegre y festiva. La bailan ágilmente con una piña en el hombro, que entrelazado a la viveza de su coreografía genera un dinamismo estético que emociona y asombra al espectador.

Ha tenido gran alcance el baile presentándose en diversos foros nacionales y extranjeros, pero a mi juicio lo más importante es la identidad y sentido de pertenencia que genera a Tuxtepec y a la Cuenca del Papaloapan, siendo un justo reconocimiento a las culturas chinantecas y mazatecas.

Es importante la preservación de la cultura y su difusión como uno de los pilares para la reconstrucción del tejido social en nuestro país, pues abona a la identidad, pertenencia y la concordia.

El pasado 15 de mayo Lotería Nacional, con la participación del Municipio de Tuxtepec, emitió el “Billete Conmemorativo al Baile Flor de Piña” en una serie con fotos recientes e históricas, teniendo un magnífico recibimiento en Oaxaca, provocando alegría, orgullo y unidad, dejando atrás por un momento todo lo demás que nos divide.

Y afortunadamente, después de dos años de pandemia, por fin en julio regresó la Guelaguetza, factor de unión entre oaxaqueños y mexicanos, donde se podrá disfrutar en su máximo esplendor el baile Flor de Piña.

Fragmento del poema “Flor de Piña”, de Felipe Matías Velasco

Baila con garbo morena

baila la danza mi niña.

que las notas ya resuenan

¡baila, baila, Flor de Piña!

PCL

  • José Luis Alonso Fernández
  • Maestro en Políticas Públicas

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