Hace piñatas llenas de color para festejos de Fin de Año

Varias piñatas de estrella, con sus tonos en azul y verde metálicos, dan la bienvenida al pequeño taller donde Concepción Vega Robles las elabora desde hace algunos años.

En este pequeño espacio tiene todos los elementos necesarios para crearlas: cartón, hilo de mecate, carrizo, papel periódico, engrudo y numerosos pliegos de papeles multicolor.

“Nomás espéreme tantito, en lo que acomodo”, señala, animada, Concepción Vega Robles quien las elabora.

Las piñatas multicolores resaltan sobre la calle 5 de Febrero y Nuevo León, brindando un momento alegre ante el tráfico ocasionado por los camiones urbanos y automóviles.

Para su creadora, más que un negocio el hacer piñatas representa una alegría pues cuando comienza a elaborarlas sabe que están próximas las fiestas de Navidad y Fin de Año.

“Una vez hicimos un concurso y yo hice un Bob esponja, y me quedó muy bien. Yo decía 'pues de dónde se me da eso de hacer piñatas', resultó que tenía una tía que las hacía hace muchos años", relata Vega Robles.

Tradición centenaria

Si bien se relaciona a las piñatas como una tradición mexicana, lo cierto que estas piezas tienen un pasado milenario que se remonta a la antigua China.

A la llegada de los Conquistadores a México, las celebraciones cristianas empezaron a utilizas ollas de barro decoradas por papeles y telas multicolor, convirtiéndose con el paso de los años en un elemento indispensable para las celebraciones.

En el taller de la colonia Independencia, Concepción Vega fabrica de todo tipo: elaboradas con carrizo, cartón, globo o papel periódico; también las realiza en forma de Estrella, De viejito o de la figura que se le pida.

“Aquí la ventaja es que el carrizo se da en el río (señala al Santa Catarina), el chiste es saberla cortar para que salga derecha y no tenga filo. Hay quienes me la piden de globo o cartón, más que nada para proteger a los niños”, indica.

La elaboración comienza desde octubre “para celebrar el Halloween” y el trabajo se intensifica conforme llega las fechas decembrinas, temporada en la cual puede elaborar hasta 80 piezas.

“Me traigo a mi familia, ellos me ayudan. Hace poco me hicieron un pedido grande y en tres días las sacamos”, comenta.

Celebración que se pierde 

Las piñatas de Estrella o Siete picos son las más solicitadas para las celebraciones de Año Nuevo. Su forma representa, a decir la tradición, los 7 pecados capitales a los cuales hay que derrotar a palazos.

Su costo varía dependiendo el tamaño, que van desde las infantiles de 20 pesos hasta las que pueden medir 1.45 metros de punta a punta y que alcanzan un precio de 350 pesos.

A pesar de ser un elemento infaltable para las celebraciones decembrinas, en opinión Concepción Vega Robles el presente año se ha visto un desinterés y por consecuente bajas ventas por las piñatas.

“Están las ventas muy abajo. Yo lo único que digo es que la gente no pierda la alegría, de tener una piñata en sus fiestas. Para mí no es tanto el dinero, a mí me encanta hacer una piñata es mi motivación de vida”, reflexiona Vega Robles.