El hallazgo de 17 cráneos en el yacimiento de Atapuerca (centro-norte de España), con una antigüedad estimada de unos 430 mil años, aporta nueva luz sobre los neanderthales y la posición que ocuparon en el primitivo linaje europeo que daría lugar a los humanos actuales.
Se trata de la colección "más grande de cráneos fósiles que se ha encontrado nunca" en un mismo lugar de excavación, en este caso la Sima de los Huesos de Atapuerca, dijo hoy a Efe el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, autor principal de la investigación, que se publica en la revista "Science" y en la que han participado expertos españoles, australianos, estadounidenses y franceses.
En la totalidad de los 17 cráneos estudiados -algunos de los cuales ya se conocían, pero han podido ser completados, y siete de nueva descripción- aparecen características de los neanderthales, pero también otras asociadas con humanos más primitivos, en lo que los científicos denominan un "patrón mosaico", con diferencias anatómicas y funcionales evolucionando por separado.
Ese "patrón mosaico" apoya la teoría de que, en su evolución, los neanderthales desarrollaron sus características definitorias por separado y en diferentes momentos, no todo a la vez.
Así, indican los expertos en el artículo, "la modificación facial fue el primer paso en la evolución del linaje Neandertal".
Arsuaga, director científico del español Museo de la Evolución Humana, explicó a Efe que en el yacimiento se han encontrado 28 individuos y que en 1992 se hallaron los tres primeros cráneos, cuya descripción se publicó en 1993 en la revista "Nature".
En los últimos años, se han descubierto fragmentos craneales, a veces muy pequeños, para recomponer los cráneos ahora publicados, que pertenecen a individuos cuyos esqueletos parecen estar completos, aunque los huesos se encuentren rotos y mezclados.
Aun así, "pertenecen a la misma población", ya que "morfológicamente son muy parecidos y geológicamente ocupan un nivel que corresponde al comienzo de la formación de huesos en la sima", apuntó Arsuaga.
Para la datación de los huesos se han usado dos técnicas nuevas, una para las rocas y otra para los sedimentos que rodean a los cráneos, con las que se estima que los fósiles hallados tienen 430 mil años.
"Los rasgos de los neandertales, aunque son tenues, permiten ver que los primeros caracteres incipientes se manifiestan en la cara y en la articulación de la mandíbula con el cráneo", subrayó Arsuaga, lo que indica que probablemente se trató de una especialización masticatoria.
Asimismo, añadió, "el volumen del cerebro está por debajo del promedio de la sima, del promedio humano actual y del promedio neanderthal, por lo que el tamaño del cerebro va a aumentar después".
La uniformidad de la población de la sima contrasta con la variación que se encuentra cuando se comparan todos los fósiles europeos del Pleistoceno medio, periodo que va desde hace 780 mil años hasta hace 130 mil años.
Esta circunstancia se puede deber al tiempo que separa los yacimientos, pero otras parecen tener más que ver con diferencias regionales.
La Sima de los Huesos es el yacimiento que ha proporcionado, en un solo lugar, más restos de una especie de homínidos fósiles y forma parte del complejo de Atapuerca, declarado Patrimonio de la Humanidad.