La escultura de La Diana Cazadora ubicada sobre El Paseo de la Reforma, una de las avenidas más emblemáticas de la Ciudad de México, es un ícono de la capital mexicana. Aún cuando su silueta es conocida por todos los chilangos, pocos conocen la historia de Helvia Martínez Verdayes, la joven de 16 años que posó desnuda para el monumento.
Durante la década de 1940, el presidente en turno, Manuel Ávila Camacho, encomendó al entonces regente de Distrito Federal, Javier Rojo Gómez, la creación de monumentos y fuentes que adornaran los principales puntos de urbe. El escultor Juan Olaguíbel y el arquitecto Vicente Mendiola fueron los encargados del proyecto cuya idea original era hacer un retrato del mito griego de Artemisa.
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Helvia Martínez Verdayes era una joven secretaria en las oficinas de Petróleos de México (Pemex) cuando recibió la propuesta de posar para la pieza de arte La Flechadora de las Estrellas del Norte, su nombre original. Martínez aceptó, pero permaneció en el anonimato durante varias décadas a por temor a perder su trabajo debido a los valores conservadores de la época, pero diez años después, en 1952 volvió a posar para una escultura en conmemoración a la Expropiación Petrolera, la llamada Fuente de Petróleos.
Durante casi 50 años el nombre de la modelo fue todo un misterio, e incluso corrió el rumor de que se trataba de la actriz, Silvia Pinal. Pero fue la misma Helvia quién reveló su identidad en 1992 a través de su libro El Secreto de la Diana Cazadora, donde cuenta su historia.
La escultura de bronce con base de cantera de Chiluca, se inauguró el 10 de octubre de 1942 a la altura de La Puerta de Los Leones del Bosque de Chapultepec. La obra causo gran impacto en aquella época, razón por la cual, los sectores más conservadores decidieron cubrirla con un taparrabo, ya que consideraban impúdico tener desnudo en la vía pública.
Fue hasta 1992, en su traslado a su localización actual, la glorieta de Reforma y Río Mississippi, que las autoridades decidieron liberarla de censura y lucir su acabado original.
En los últimos años, la escultura de Olaguíbel, se ha convertido en un sitio recurrente durante las manifestaciones a favor de los derechos y libertades de las mujeres, para denunciar los feminicidios en México y exigir la legalización de la interrupción legal del embarazo.
BGHL