Ubicado en la Alameda Central se encuentra uno de los monumentos emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México, el Hemiciclo a Benito Juárez que se localiza a un costado de la avenida del mismo nombre que se erigió en honor al Benemérito de las Américas.
Lo que pocos saben es que el conjunto escultórico fue construido a petición del ex presidente de México, Porfirio Díaz en 1910 como parte de la celebración del centenario de la Independencia nacional.
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[Foto: INAH]
Se trata de un cenotafio, es decir, una edificación funeraria en memoria de una persona cuyos restos no se encuentran en el sitio. El proyecto corrió a cargo del arquitecto Guillermo Heredia, quien al estilo neoclásico, lo diseñó en mármol de Carrara, del que se requirieron mil 620 piezas con un peso total de 70 toneladas.
[Foto: Secretaría de Turismo CDMX]
Su construcción tomó sólo 45 días y tuvo un costo de 399 mil pesos de aquella época. Su forma semicircular, está conformada por 10 columnas de estilo dórico y dos pilares que sostienen un pebeteros cada una. Al centro, un conjunto escultórico, obra del artista italiano Lazzaroni, compuesto por Benito Juárez acompañado de las alegorías de la Patria y la Ley. En la parte baja tiene dos leones, cada uno con un peso de nueve toneladas.
[Foto: Secretaría de Turismo CDMX]
Se colocó en el lugar que originalmente estaba el kiosco Morisco, el cual fue trasladado a la colonia Santa María la Ribera, donde aún se ubica.
[Foto: INAH]
A través de los años, el hemiciclo ha sido punto de encuentro para el inicio de marchas y mítines populares, como el estudiantil de 1968, el desfile del orgullo LGBT y más recientemente el movimiento feminista. Además de las conmemoraciones protocolarias en el marco del natalicio de Benito Juárez.
BGHL