El escritor Paco Ignacio Taibo II presentó su libro “Ernesto Guevara”, también conocido como el Che, en el que busca dar una interpretación distinta del guerrillero argentino.
“Este libro contradice las versiones oficiales. En el relato voy a contrastando las fuentes que encontré, incluso las 400 fotos que una a una fui consiguiendo, la propia voz del Che, sus diarios y la gente que lo conoció de cerca”, comenta el autor.
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Taibo explicó lo arduo de esta obra, “que revisé tres veces, porque fui descubriendo documentos nuevos, salía nuevo material, aparecían testigos que conocíamos, así como la red más grande de calumnias que se pueda imaginar. No quise desechar estos infundios, sino investigar cuál es la fundamentación real. Aunque debo confesar que son aburridos porque los detractores son pesadamente reiterativos y más iletrados que Peña Nieto en un día malo”.
“Debo confesar que en una ocasión llegaron unos americanos que querían comprar los derechos de mi libro, pero no se los quise vender. Ellos no creían que un latinoamericano rechazara su dinero, pero debo confesar que no pude venderlo, porque la historia nos pertenece a todos. Nadie me cobró por su testimonio.
Debemos rescatar la historia porque es un patrimonio común”, añade el autor.
Paco Ignacio Taibo II prosiguió la presentación del libro como una “apología del Che”, en la que iba rebatiendo una por una las críticas de libros y la “leyenda negra”. Por una parte justificó los ajusticiamientos de Cuba como una juiciosa por tortura, su relación con Tania, a la que no reconoce como una espía soviética.
“Creo que no hace falta dedicar mucho tiempo a esos argumentos que en buena medida son obra de personas que no han estudiado. No hay problema con que sean reaccionarios, sólo digo que deben investigar más”.
“Creo que lo mejor de los 20 años de investigación y lo mejor de mi libro es la parte donde describo cómo se levantó la industria comunista en un entorno adverso. 'No digo que se prohíba la Coca Cola, digo que se expropie'”, recuerda con humor al paso que resuenan los aplausos.
GPE