La tercera toma de Torreón por Pancho Villa

Conoce la historia de cómo las fuerzas revolucionarias tomaron por tercera vez a la fuerza Torreón.

Pancho Villa tomó por segunda ocasión Torreón, expulsando a los españoles radicados en la ciudad. (Cortesía)
Editorial Milenio
Torreón, Coahuila /

Considerado como uno de los pasajes trascendentales en la lucha armada que se gestó dentro del periodo de Revolución en México, hace 106 años, justo un dos de abril, ocurrió la tercera toma de Torreón por los constitucionalistas bajo las órdenes del general Francisco Villa.

Refiere la historia que se trató de un sangriento enfrentamiento en lo que se conoce como “La batalla de Torreón”, expulsando en esa ocasión a los españoles radicados en la ciudad. Será por ello que a la imagen de Villa sea aún hoy despreciada por la clase con poder económico y político en la región.

De acuerdo a información oficial, este episodio se llevó a cabo del 19 de marzo y al 02 abril de 1914 entre el ejército federal y la División del Norte del Ejército Constitucionalista. A principios del año referido, la plaza de Torreón era la defendida por la División del Nazas del Ejército Federal, bajo el mando del general José Refugio Velasco, con 10 mil hombres y 12 piezas de artillería, recibiendo luego 6 mil 550 hombres más como refuerzo, más otras piezas de artillería. En total eran 16 mil 550 militares y 24 cañones.

Se trataba de la tercera toma de Torreón, la segunda realizada por Pancho Villa. Fue el 20 de marzo que el ejército a su cargo llegó por tren a Tlahualilo, Durango, luego avanzó por el mismo tren hasta la ciudad de Lerdo, misma que tomó sin problemas. Los federales sólo se enteraron cuando sus puestos de avanzada fueron destruidos, y las guarniciones de Bermejillo, Tlahualilo y Mapimí huyeron a Torreón ante el avance del general que contaba con cerca de 18 mil hombres, 34 piezas de artillería, municiones, ametralladoras y provisiones.

Cabe destacar que a principios del siglo XX llegó a Torreón el ferrocarril y con ello se convirtió en el centro de comunicaciones más importante del norte de México, ya que conectaba los viajes que se dirigían a Laredo, Mazatlán y a Chihuahua, siendo punto estratégico desde el aspecto comercial y sobre todo militar.

Los mitos y rumores en la Comarca Lagunera persisten y hasta hace poco una abuela ya sorda que se mantenía en el asilo de ancianos de Lerdo, aseguraba que al general Villa le encantaban las clásicas gorditas laguneras, alimento que se prepara con una tortillas de maíz o de harina y que le rellenaba con frijolitos, papás o lo que hubiera en el momento. Siendo una niña ella, aseguraba que ella se encargaba de hacerle de comer y darle el taco al general.

Posicionados en la estación Bermejillo, el general Felipe Ángeles habló por teléfono a Torreón con el general Velasco, a fin de pedirle la plaza y evitar así el derramamiento de sangre, pero la negociación no se concretó. Fue cuando Villa tomó el teléfono.

Velasco, con los cerros de La Pila, Santa Rosa, De La Cruz, Calabazas, Polvorera, Las Noas y el Cañón del Huarache fuertemente artillados, estaba seguro de proteger la plaza. 

Los ataques de Villa fueron rechazados en la Plaza de Armas de la ciudad y entonces tomó uno por uno las defensas alrededor de la ciudad, tomó Lerdo el 24 de marzo y Gómez Palacio el 25, estratégicos por su cercanía a la ciudad de Torreón y luego la bombardeó.

Se refiere que en estas acciones perdió la vida el general Ricardo Peña, de la caballería federal, y los revolucionarios sufrieron 420 bajas, en tanto que sus adversarios 360. Días después los revolucionarios recibieron refuerzos y por la noche los villistas decidieron atacar Gómez Palacio, designando al general Tomás Urbina para atacar por el centro, con las brigadas Villa, González Ortega, Morelos y Guadalupe Victoria.

Al realizar el ataque descubrieron que la plaza había sido abandonada, posicionándose en la misma el día 27 de marzo. El día 29 los federales contraatacaron sin lograr resultados favorables y para el 2 de abril y con la situación insostenible Velasco ordena evacuar la ciudad, que cae al día siguiente, llevando sus tropas a la capital de Coahuila, la ciudad de Saltillo.

​CALE

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