La devoción de Doña Trinidad hacia la Virgen del Carmen parecía no ser suficiente, faltaba dejar algo más. Comerciante, dueña del Restaurante de antojitos mexicanos en el corazón de Ciudad Madero, pensó en algo más grande que legar, un monumento, justo a la orilla del río Pánuco, que hoy en día se convirtió en hogar de los pescadores, y que desde tal lugar los despediría en su salida al mar.
Trinidad Torres de Cueto, originaria de Guadalajara, pertenecía a la orden de las Carmelitas de Tampico, y se acercó a monseñor Ignacio Rosiles Namorado, de la diócesis de Tampico. Para buscar asesoría fue la comerciante quien compró a dueño de humildes viviendas, un predio formal y legal en la colonia La Barra, de Ciudad Madero.
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Asimismo, desembolso la compra de materiales de cantera diamantina jalisciense que corrió a cargo de doña Trinidad , al igual que el pago de los honorarios del novel escultor Humberto Peraza y Ojeda oriundo de Mérida, Yucatán, quien llegó a ser uno de los más importantes escultores mexicanos en el futuro, creador de la estatua de Agustín Lara en Madrid entre otras grandes obras.
El artista falleció en mayo del año pasado, y su hijo fue el encargado de realizar en el 2013, la escultura monumental de la virgen del Carmen, pero en Ciudad Del Carmen, Campeche.
La obra en el río Pánuco se inició en 1966, con 14 piezas gigantes de cantera, que lograron al final la escultura de 18 metros de altura y 50 toneladas y debería estar lista para el VI Congreso Nacional de la Orden Tercera de la Cofradía del Carmen que se verificaría del 30 de marzo al 2 de abril de 1967.
La base para el monumento fue obra del Arquitecto Gabriel Rivera Quiroga, construcción de 6 metros de altura.
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El monumento a la Virgen del Carmen cumple 50 años en este 2017; fue restaurada por primera vez en el 2011 por el escultor Antonio Corona, por iniciativa de un grupo de pescadores deportivos, encabezado Jesús Fernández Cueto, nieto de la impulsora Doña Trinidad Torres de Cueto, falleció el 4 de mayo 1990. Fue sepultada con el hábito de las “Carmelitas” y su escapulario. Este sábado su hija, Olivia Cueto Torres, recibió los homenajes en memoria a su madre, quien heredó a pescadores y devotos de la región, la escultura de la reina de los mares.
ELGH