Huérfanos, responsabilidad del gobierno: Siddhartha Kaul

El presidente mundial de Aldeas Infantiles SOS señala que son un modelo, pero para resolver el problema falta que se involucren el Estado y la sociedad.

Infantes en uno de los centros de Aldeas Infantiles.
Gabriel Bolio
México /

En México, de acuerdo con un informe presentado por la organización internacional Aldeas Infantiles SOS en 2013, hay al menos un millón de niños que ni siquiera tienen un recuerdo sobre su madre y alrededor de 2 millones que han perdido al menos a uno de sus padres; no obstante, las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (Inegi) y Geografía, de 2010, registran solo 19 mil 174, mientras que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) calcula que son alrededor de 1.6 millones.

Más allá de cuál sea el dato correcto, Siddhartha Kaul, presidente mundial de Aldeas Infantiles SOS, señaló en el programa La conversación de MILENIO Televisión: “Ya sean 20 mil niños o 200 mil o 2 millones, el socio líder debe de ser el gobierno, que provea los recursos suficientes a la gente que lo está solucionando o hacerlo por sí mismo. Nosotros somos solo un modelo, somos un piloto para mostrar cosas, pero no estamos ahí para resolver todo el problema, porque no somos tan grandes, nunca podremos ser tan grandes”.

La organización fundada en 1949 por el doctor Hermann Gmeiner ha ayudado a más de 500 mil menores a crecer en un hogar, con madre y hermanos, a tener un desarrollo sano, acceso a la educación y, sobre todo, el cariño de una familia. En 1964, cuando tenía 10 años, Kaul conoció a Gmeiner en Greenfields, India, y desde entonces ha colaborado con esa organización. La interacción constante con niños y madres sigue siendo, según él, su prioridad, su fortaleza y su principal fuente de felicidad.

CERRAR LOS OJOS

Al preguntarle por qué cree que en México falta más ayuda del gobierno y de la sociedad para los huérfanos, opinó que “no se ve muy bonito para nadie, todos quieren algo así como cerrar los ojos y no verlo, pero tenemos niños en esa situación en México y debemos hacernos cargo de ellos”, por lo que “tanto el gobierno como la sociedad deben poner más atención en los niños que no tienen una familia o en los que sus familias van a desintegrarse; después de todo, las sociedades son conocidas por cómo cuidan a los menos afortunados”.

En noviembre de 2013 el Senado de la República pidió al Inegi que en los próximos censos implemente indicadores para conocer datos más precisos sobre el número de menores huérfanos; sin embargo, desde esa fecha no hay estudios o cifras oficiales actualizadas, además de que el Censo Nacional se hace cada 10 años, por lo que habrá que esperar hasta el ejercicio de 2020 para contar con nuevas cifras oficiales.

Ante esa situación, Kaul lanzó un llamado a todos los mexicanos: “Vamos a aceptarlo, está ahí y déjenos contribuir para que estos niños puedan tener una vida decente, que puedan tener una oportunidad en la vida, la misma oportunidad que tú y yo hemos tenido”.

INSTALACIONES EN RIESGO

La organización cumple 45 años ayudando a los niños que no tienen padres o a las familias en pobreza extrema que están en riesgo de desintegrarse. A pesar de esa antigüedad, algunas de las Aldeas Infantiles, principalmente en el sureste, están en riesgo por la reciente falta de donativos.

“Estuve en nuestra Aldea Infantil de Tuxtla, esa es muy especial porque en ella hemos intentado muy duro cuidar a niños que tienen diferentes retos, algunos físicos otros mentales, algunos de ellos deben de ser cuidados hasta que se mueran”, comentó Kaul.

Respecto al papel que juega su organización en México para ayudar a los niños huérfanos, Kaul reiteró: “Necesitamos muchos socios y el más grande debe ser el gobierno de un país, porque al final es su responsabilidad. Las sociedades crean un gobierno para que cuide de ellas”.

También subrayó que “si quieres tener una buena sociedad debes asegurarte de que cada persona que forma parte de la comunidad esté incluida (…) Es completamente injusto que los niños tengan que ser castigados o excluidos solo porque perdieron a su familia”.

Concluyó subrayando que se requiere que el gobierno y la sociedad se involucren más en ayudar a sus huérfanos.

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