Un huevo costaba 30 dólares durante la Fiebre del Oro en California

Esta comida era tan cara, que la gente peleó con violencia

La Fiebre del Oro ocasionó el abandono del campo y los alimentos escasearon. Algunos, como el huevo, eran tan cotizados que se formaron bandas para pelear por su distribución. Las "Guerras por el Huevo" fueron un episodio de codicia y ambición

Saqueadores de huevo en las Islas Farallón. Foto: Wikimedia Commons, libre uso
Ciudad de México /

Hubo una época en que un huevo de gallina costaba lo equivalente a 30 dólares actuales. Este y otros alimentos eran tan escasos en California que sus precios se dispararon a niveles nunca antes vistos.

En plena Fiebre del Oro (1848-1855), San Francisco se convirtió en la ciudad de mayor crecimiento en el mundo. Antes de este periodo la ciudad contaba con 800 habitantes. Pero luego de dos años de intensas migraciones la población aumentó a 20 mil personas.

El descubrimiento de oro en Sutter's Mill atrajo a cazadores de fortunas, banqueros y empresarios con la esperanza de aprovechar el valioso metal. Pero entre más crecía la minería, las manos que movían otro sector importante se desplazaban hacia actividades más redituables. 

Así, la población abandonó las actividades del campo y los alimentos escasearon. Los pocos agricultores que quedaban se las ingeniaron para abastecer a las bocas hambrientas y los precios de la comida se dispararon.

Un huevo de gallina se cotizaba en 30 dólares de la actualidad, de acuerdo con un artículo del Museo Smithsonian. En un diario local de 1857 se leía el anuncio: "ATENCIÓN: Se buscan huevos y mantequilla. Se pagará el precio más alto".

El commodity  llamó la atención de empresarios oportunistas que encontraron su mina de oro al oeste de Golden Gate, en las Islas Farallón.

La zona formada por granito era el hogar de la colonia de anidación más grande de Estados Unidos, pero sus condiciones hacían imposibles los asentamientos humanos. 

Cada primavera, miles de aves marinas llegaban a poner sus huevos en los acantilados. En 1849 un empresario de apellido Robinson trazó un plan para poner fin a la escasez de huevos. Y para hacerse rico.

Él y un grupo de hombres navegaron hasta las islas para saquear los nidos. Perdieron la mitad del botín, pero con lo que quedó reunieron 3 mil dólares de ganancia. 

La "historia de éxito" atrajo a los curiosos y pronto la isla estuvo llena de saqueadores de huevos. La tarea no fue fácil, pues tenían que trepar por altas rocas llenas de guano. Las muertes y lesiones fueron comunes. 

El negocio se volvió demasiado competitivo y hubo quienes se adjudicaron la propiedad de la isla, formando la Pacific Egg Company, monopolio que pronto fue desafiado por pescadores italianos que obtuvieron permiso para explorar las islas.

Pronto surgieron enfrentamientos navales que iban desde amenazas entre bandas rivales hasta apuñalamientos y tiroteos. La "guerra por el huevo" duró tres décadas y poco a poco, la industria decayó. 

La razón: un grupo de nuevos empresarios abrió granjas de pollos al norte de San Francisco y la gente poco a poco dejó de consumir los huevos de las islas y los precios del huevo cayeron a 5 centavos por docena.

Hoy, las Islas Farallón albergan un importante santuario de aves marinas y la historia de "las guerras por el huevo" solo quedan en la memoria. 

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