Cada pueblo, cada urbe de México tiene sus leyendas y sus miedos, con muchos temas en que se involucran seres de ultratumba, brujas, monstruos, hasta extrañas criaturas que cultivan los relatos que se cuentan y que han prevalecido por muchos años.
- Te recomendamos Festival Pa'l Norte será de tres días; éstas son las fechas Espectáculos
Así, el ilustrador regiomontano Humberto Garza se adentró en los miedos que hay en algunas partes de México para compilar e ilustrar los relatos de “Monsters, creatures & ghouls 2”, desde su perspectiva del horror, que ha ejercitado desde temprana edad, a los 17 años, cuando empezó a exponer su trabajo.
Además de ilustrador, el artista de 32 años es director de arte de los festivales Horror Fest y Zombie Fest, donde ha trabajado con artistas de talla internacional de cine y TV como Robert Englund (“A nightmare on Elm Street”), Tobin Bell (“Saw”), Denis O’Hare (“American horror story”), Chandler Riggs (“The walking dead”), Gaten Matarazzo (“Stranger things”), entre muchos otros a lo largo de 15 años de trayectoria.
Humberto Garza, quien cuenta con una licenciatura en Diseño Gráfico y Mercadotecnia Internacional, nos platica, en esta primera parte, de su libro y de los distintos tópicos que erizan las piel de sus lectores.
¿Cómo nace “Monsters, creatures & ghouls 2”?
La conceptualización del proyecto surgió a mediados de 2015, inicialmente como una exposición de arte temporal que realizaría dentro de un festival de horror en Cintermex. Soy un eterno amante de las leyendas que nos rodean y pienso que en México tenemos muchos personajes folclóricos que a veces olvidamos un poco para influenciarnos de otras corrientes extranjeras.
En mi caso, a cada ciudad a la que tengo oportunidad de viajar, me gusta empaparme de las leyendas que las rodean. De esta manera fui recolectando algunos de los relatos más emblemáticos de cada región, para posteriormente interpretarlos bajo mi propia perspectiva. Debido al éxito de esta exhibición, poco después se lanzaría el primer libro.
¿Cómo se dio el proceso creativo, en qué imágenes o situaciones te basaste, en especial para este libro?
Cualquier recorrido por un museo, por una plaza o alguna charla con alguna persona (como mi abuela que solía contarme muchas historias fascinantes) son inspiración para mí. En el caso de este segundo libro se pueden encontrar leyendas como la emblemática “Casa de los Tubos”, que quizá las generaciones que vienen ya no podrán ser testigos de todo el misticismo que existió en esa mansión tubular antes de convertirse en lo que es ahora. Pero quizá esta leyenda pueda perdurar un poco y prevalecer en el tiempo a través del arte. También hay relatos que han logrado sobrevivir con los años como “La leyenda de Nachito”, del famoso panteón de Belén en Guadalajara, Jalisco; o el relato de “La tamalera”, inspirado en un hecho real que sucedió en la colonia Portales en Ciudad de México. También por ejemplo hay leyendas o “narraciones” originales, que han surgido meramente de mi imaginación como es el caso de “Histrón”, “Xibalba” o “La niña Catrina”, por mencionar algunos.
Espero no sonar un tanto pretencioso, pero por ejemplo “Xibalba” es uno de mis relatos favoritos, que es de mi autoría, pero es justamente eso, un relato que es sólido y fiel a mi propia identidad y gustos personales.
Vamos a verlo como si fuera una banda de rock presentando su primer disco (aunque técnicamente este ya sería el segundo), la banda en cuestión está ansiosa por mostrarle al mundo “su música”, pero está consciente que para llegar al nicho que desean, probablemente complementen su disco con uno o dos covers, esos covers en mi caso son “La Llorona” o “La Planchada”, por mencionar algunos.
Es decir, relatos que todo el mundo conoce y sentirá por lo menos curiosidad de darles un vistazo.
Ya que mencionas este relato, ¿qué te dejó la historia ubicada en NL, “La casa de los tubos”, tanto en la narrativa como en los trazos?
Hay más. Espero no me arresten por esto, pero hace muchos años tuve la oportunidad de entrar a la casa. Recuerdo que corría un aire helado por aquellos tubulares pasillos, fue hace poco más de 10 años y lo hicimos como un tipo “exploración”, seguramente antes de que este tipo de actividades se viralizaran al grado que se encuentran justo ahora.
Y aunque yo me considero una persona bastante escéptica, te puedo asegurar que esa noche se escucharon desde chasquidos por los pasillos, pisadas y hasta un pequeño espectáculo de luces del cual fuimos testigos con unas veladoras que llevaron mis acompañantes. Pasaban cosas, eso era un hecho.
Después creces, aprendes a separar “el morbo” de los acontecimientos, y tratas de rescatar la esencia de la leyenda con el debido respeto que se merece, entonces puedes inspirarte para crear cosas increíbles.
¿Cómo se dio el trabajo de búsqueda de las historias, como las que mencionaste, y que hay de todo, desde “Soca” hasta “Kilómetro 31”?, ¿cómo fue meterte al México de leyendas, misterio y horror?
“Soca” sí está parcialmente inspirada en un caso real, pues es un compendio de los horrores nocturnos a los que se enfrentan los transportistas en las carreteras, y en los que cabe mencionar coinciden con alguna entidad que adopta cierta forma humana femenina para seducir al conductor (algo así como un súcubo contemporáneo).
En el caso de “Kilómetro 31” tengo que ser bastante franco, era un relato que la gente me sugería mucho para esta segunda edición. No es uno de mis relatos favoritos, ya que me cuesta un poco no asociarlo con la adaptación cinematográfica que se produjo hace algunos años, y no es necesariamente la línea ni narrativa ni visual que busco para el libro, pero las cosas se fueron dando.
Un reconocido youtuber me buscó para realizar unos artes en colaboración y entre ellos se encontraba justamente esta historia. Al final compartimos derechos sobre la obra y listo.
¿Cuáles te impactaron más o te dieron materia para desarrollarlas?
Definitivamente José, inspirado en el caso de “Josué Velázquez”. Todos los que amábamos asustarnos con programas de radio tan importantes en México como “La mano peluda”, conocimos este escalofriante relato que se transmitió en vivo a principios de 2000, un hombre que en busca de dinero y poder recurrió a entidades fuera de su dominio y comprensión, condenándolo a un viaje de locura en donde lo perdió absolutamente todo.
Hoy en día en plataformas como YouTube existen quizá más videos “desenmascarando” a este personaje, restándole credibilidad y cuestionando si todo esto se trató de solo un montaje, pero lo que sí es real, es el miedo que causó en su momento, en una época más alejada del internet, en donde las únicas fuentes de referencia se reducían básicamente al narrador en cuestión.