Cosmos. Ensayo de una descripción del mundo físico, la magna obra de Alexander von Humboldt (1769-1859), tiene una nueva traducción y edición en español basada en una investigación bibliográfica y filológica, emprendida por Siglo XXI Editores y coordinada por Adrián Herrera y Jaime Labastida.
“Queremos romper con una tradición que solo estaba dedicada a reimprimir lo que ya estaba hecho. Nadie se atrevió realmente a invertir en una traducción nueva, sobre todo una que tomara en cuenta el español nuestro, de los latinoamericanos, que además estuviera basada en una investigación bibliográfica y filológica tal, que términos en chino, latín o griego antiguo estuvieran correctamente transcritos al castellano y que consideraran lo que el texto original dice”, señala en entrevista Herrera.
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Humboldt planteó como su obra cumbre a Cosmos, que en palabras del coordinador de la nueva edición: es un conjunto de textos, un ensayo y a la vez un ensayo enciclopédico y transdisciplinario. En él, el sabio naturalista prusiano compiló sus conocimientos sobre el hombre y la naturaleza, en los que abarca, entremezclados, la literatura, el arte, la vulcanología, el estudio de los astros, la mineralogía.
La primera traducción al español de Cosmos –escrito en alemán por Humboldt a diferencia de otras de sus obras publicadas en francés– fue de Bernardo Giner, en 1874, y en 2011 se publicó en Madrid una reimpresión, pero hay indicios de que muchos fragmentos se tradujeron de la edición francesa.
“Tengo la disparatada idea de plasmar en una sola obra todo el universo material, todo lo que hoy sabemos de los fenómenos de los espacios celestes y de la vida terrestre, desde las nebulosas estelares hasta la geografía de los musgos en las rocas de granito, con un estilo vivo que causará deleite y cautivará la sensibilidad […] Mi título es Cosmos”, escribió Humboldt en una carta de 1834 a Karl August Varnhagen von Ense, citada en la edición de Giner.
Herrera, doctor en Lenguas Romances por la Universidad de Colonia y apasionado del alemán, destaca la importancia de que esta edición de Siglo XXI, de la cual se publica el primero de sus tres tomos, recupera tesis de Humboldt que han sido olvidadas, con una lectura amable para todo tipo de público.
“Cosmos es importante porque Humboldt desarrolla ahí muchas ideas que han sido olvidadas, entre ellas el valor de la interdisciplinaridad, abordar problemas de cualquier ámbito desde distintas perspectivas. Otra aportación importante que hace Cosmos es que su autor es uno de los que primero sostienen que el conocimiento, la ciencia y la civilización moderna, no tienen su origen en Europa, no está en Grecia y Roma solamente, sino que detrás hay una compleja red de interrelaciones culturales que se dan a través de los milenios y desembocan en el Mediterráneo para expandirse de ahí al mundo.
“Otra gran aportación es su perspectiva humanista. Para Humboldt el mundo natural no es un mundo muerto, un mundo sin voz; está habitado por hombres y mujeres de distintas culturas, unas más avanzadas y sofisticadas que otras, que tienen no solo un papel en el universo, sino también un valor. Las perpectivas coloniales de la época anulaban ese valor, invisibilizaban a esos individuos para justificar la explotación colonial. Humboldt le da una vuelta a eso, lo que me parece muy importante en una época en la que discutimos constantemente si el sistema económico en que vivimos realmente da para todos o solo beneficia a unos cuantos”, expone el también especialista en literatura comparada.
Además, Humboldt explora en Cosmos la relación entre la lengua y el desarrollo de la cultura.
“El análisis de las palabras, de cómo designamos astros, planetas, plantas, animales, me ayuda a trazar una historia de la relación humana con esos elementos naturales, cómo para distintos grupos humanos o culturales determinados elementos tenían un valor cultural o social. Es una de las tesis más interesantes: la lengua refleja el mundo, pero al mismo tiempo la historia del conocimiento, eso me parece muy innovador”, agrega Herrera, autor de un artículo en el primer volumen, al igual que Labastida y la especialista en Humboldt Rosaura Ruiz, e incluso el rector de la UNAM Enrique Graue.
En septiembre de 2019, este reportero adelantó en MILENIO DIARIO que Siglo XXI Editores – entonces bajo la dirección del filósofo, poeta y editor Jaime Labastida, impulsor de la colección Biblioteca Humboldt–, se había embarcado en el esfuerzo titánico de una nueva traducción de los cinco volúmenes del Cosmos que el sabio prusiano escribió y que se publicaron entre 1845 y 1862, el último de ellos póstumo. La nueva edición de gran formato, con numerosas ilustraciones, concentra la obra ahora en dos volúmenes de texto y uno de los mapas que realizó el cartógrafo Hermann Berghaus.
Gonzalo Vélez tradujo los cuatro primeros tomos y Liliana Camacho y Luis Carlos Cuevas, el quinto. Además, Juan Carlos Rodríguez se enfocó en la traducción de las numerosas notas que Humboldt incluyó en su Cosmos, escritas en latín, el griego antiguo, el francés o el inglés, entre otros idiomas.
Este primer volumen reúne los primeros tres tomos originales de Humboldt. “Arranca celebrando el gozo que nos produce la naturaleza a través del arte y delimitando el tratamiento que en todo el libro tendrá la descripción del mundo físico. Más adelante se ocupa de los medios para estimular el estudio de la naturaleza, tales como la pintura de paisaje y la literatura descriptiva. Finalmente aborda la concepción del mundo físico entre los helenos, los romanos y los árabes, y cómo el estudio de la naturaleza, las matemáticas, la química, la física y la astronomía fue determinado por grandes personajes como Alejandro Magno, los Ptolomeos, Colón, Galileo, Newton y Kepler”, dice la sinopsis.
En ese sentido, Adrián Herrera apuesta a que este libro, con valor de alrededor de mil 600 pesos, sea lectura para cualquier tipo de público, pero, sobre todo, para estudiantes de ciencias naturales, físicos, quimicos, historiadores de arte, todo aquel que tenga curiosidad, como la que tuvo infinita Humboldt.
“Si rescatamos esa curiosidad infinita de Humboldt y enseñamos a los niños y las niñas, a los jóvenes que ser curioso es algo súper importante, vamos a resolver muchos más problemas; a partir de una pregunta, de la curiosidad de alguien es que han podido ocurrir los cambios en el mundo. Humboldt fue una de esas personas que cambiaron el mundo, y me encantaría que él fuera la inspiración de hombres y mujeres para los cambios del futuro”, expone el coordinador del volumen, editado bajo los auspicios de la UNAM, la Universidad Autónoma de Sinaloa, El Colegio Mexiquense, los gobiernos del estado de México y de Ciudad de México y la Fundación Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas.
Humboldt llegó a América en 1799 y de marzo de 1803 a marzo de 1804 estuvo en la Nueva España; por sus contribuciones a México el presidente Guadalupe Victoria le concedió la ciudadanía mexicana.
“Humboldt le debe más a México; sin su estancia en el país, y en América Latina, no habría alcanzado las cumbres que alcanzó. Él iba a ir a Egipto y al Pacífico sur, pero esos viajes no se realizaron por casualidad. Estando en España, obtuvo el permiso del rey para viajar a las colonias en América para hacer ese viaje por el mundo. Humboldt nos debe más a nosotros que nosotros a él”, concluye Herrera.
DAG