Seguramente has escuchado de cosas sumamente curiosas, raras o extraordinarias, pero dentro de todas esas ¿habías escuchado sobre una iglesia construida a base de leche y nopal? Así es, tal y como lo lees.
Se trata de una iglesia ubicada en Altamira, Tamaulipas cuya edificación es un misterio que se ha convertido ya en una leyenda, como lo es la leyenda de Pancho Rojas y el tesoro del Cerro Partido o la Catedral que tiene la “cruz nazi” en sus pasillos.
Así lo cuenta la leyenda
A finales del siglo XVIII se estaba construyendo un gran edificio de piedra que traían de un llamado la pedrera, la piedra era labrada para construir un gran edificio tipo fortaleza que lo dedicaron a la impartición de la fe católica, y le llamaron Templo de Santiago Apóstol.
Se dice que para unir firmemente esa piedra, realizaban una mezcla de nopal hervido en agua antes de utilizarla, le agregaban grandes cantidades de leche, esto además de fijar Ias piedras en el lugar del acomodo se hacía con la creencia que el valioso lácteo nunca faltaría en la villa.
Decían que con esta acción asegurarían la protección para la cría de ganado, la leche, sus derivados y la carne de los bovinos que conservaban con sal traídas de la salina del Pueblo de la Sal, hoy Lomas del Real, distante de la villa como cinco leguas.
El Dato:La antigua Villa de Altamira Tamaulipas
Altamira, una villa fundada el 1749, en el sur de lo que hoy es el Estado de Tamaulipas, México, a 15 años de su fundación, la cual fue hecha por el Coronel José de Escandón y Helguera, había tanto ganado en este lugar que no se podía contar.
El ofrecer su leche para la construcción también traería el aumento de ganado este serviría además para que cuando se presentaren epidemia de diversas enfermedades, principalmente la viruela paseaban novillos por la calle y llanos cercanos para que con el humor del ganado se destruyesen los gérmenes del mal.
La iglesia y su campanario
También relacionado con la construcción del templo Santiago Apóstol, con el fin de agradar a Dios ir recibir su protección, contaban los lugareños de la época que, durante Ia fundición de Ias campanas, cuando el bronce estaba derretido, listo para caer al molde, Ios que se habían congregado arrojaban sobre el líquido ardiente, medallas, cadenas, aretes y moneda de oro, lo que además de agradar al Creador les daría un sonido peculiar al teñir de Ias campana.
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Una de esta campana fue robada a principios del siglo XX y temerosos de que se derrumbara el edificio el sacrilegio cometido, Ios fieles construyeron una capilla anexa al templo la cual utilizaron por algunos años, pero al paso de varios ciclones que el templo seguía de pie y una de sus campana originales permanecía en el campanario, se optó por restaurar el antiguo edificio y utilizarlo.
Hasta la fecha el templo Santiago Apóstol se sigue utilizando en servicios religiosos y está considerado patrimonio arquitectónico de México.
Con información de Dr. Francisco Castellanos Saucedo, Cronista de Altamira, Tamaulipas.