Originario de San Pedro Xícoras, Mezquital, Durango, el artista visual Ignacio José Mendoza visitó La Laguna para presentar su exposición I’mda (Vida), donde se exhiben poco más de 50 grabados.
Se trata de historias sobre los usos y costumbres de su comunidad que en conjunto, hacen un cuerpo de obra alegórico donde el mitote, es decir, la fiesta, pero también la muerte junto a algunos rituales de despedida, se fusionan entre los quehaceres cotidianos en un contexto donde la vida se desarrolla a través de ciclos o estaciones.
La obra continúa en la sala de exposiciones temporales de la Casa de la Cultura de Gómez Palacio, y fue presentada por la Unidad de Culturas Populares en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna y en conmemoración del 35 aniversario del trabajo que realiza la Oficina Regional de la institución federal.
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Cindy Maribel Bueno Gómez, directora de la Unidad Regional de Culturas Populares, refirió que I’mda es una exposición de José Ignacio Mendoza, artista que comenzó sus estudios en artes visuales a los quince años bajo la tutela del maestro Israel Torres.
“Se trata de una muestra de grabados y linograbados donde podemos apreciar las costumbres y tradiciones de su localidad, San Pedro de Xícoras. Encontramos que mucho de su contenido es costumbrista, algunos son sobre tradiciones y momentos muy específicos con la presencia del curandero o los mitotes que son celebraciones muy peculiares”.
Bueno Gómez que este artista se moviliza caminando hasta seis horas para llegar a una estación donde luego podrá abordar un autobús que lo traslada a Durango, donde estudia ingeniería. Es por ello que resulta vital la venta de su trabajo pues con ello se apoya para continuar con sus estudios.
“La exposición presenta 21 linograbados, va estar en exposición hasta el 16 de marzo y la pueden visitar desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde sin costo. La gente interesada en comprar obra nos puede decir. Nosotros vamos a publicar la lista de precios pero el pago es directo a la cuenta del artista y al final de la exposición vienen con su ticket y les entregamos la obra”, dijo la funcionaria federal quien estableció, este artista también será expuesto en la Ciudad de México.
En cuanto a la primera experiencia sensible para la construcción de un lenguaje artístico, este lo adquirió a través de un taller que ofreció el maestro Israel Torres Moreno, quien acotó, en el año 2015 desarrolló un proyecto de libro arte hecho con gráfica en la comunidad de San Pedro de Xícoras.
“A Ignacio Mendoza lo conocí en su comunidad, de hecho muy chavito, tenía catorce años y estaba en tercero de secundaria. Formé un grupo con diez chamacos y en estos procesos siempre hay uno que es más inquieto que quiere aprender y se destaca de los demás. Y al notar que Nacho tenía mucho interés le encargaba más tarea que a los demás porque se le notaba que lo disfrutaba mucho”.
Cuando presentaron el libro en Durango capital, lo invitó a que lo acompañara para que conociera la ciudad. Luego su maestro le perdió la pista pero cuando Ignacio se movilizó para continuar sus estudios lo acercó a su taller y lo invitó a realizar una serie de piezas para realizar una exposición individual. Sin duda Israel Torres Moreno es de los profesores que pueden cambiar el destino de un muchacho.
El discurso plástico
La milpa sembrada, el sotolillo como promesa de destilación para que el borracho suelte lo que el lúcido nunca, aunque lo tenga en la punta de la lengua. Los hombres del campo y los animales trabajando al mismo ritmo, son sólo algunas de las estampas del pueblo de Nacho Mendoza quien luego de atender a una multitud de estudiantes, se sienta de manera sencilla sobre un escalón para la entrevista.
“Es la primera vez que vengo aquí, a La Laguna, a presentar mi obra, sobre lo que significa I’mda sobre la cultura y los usos tradicionales de mi pueblo O’dam y Náhuatl, el Mexicanero, que es el habla de mi pueblo San Pedro de Xícora, Mezquital. Como es mixta el habla le dicen Mexicanero. Y todas estas estampas son de lo que se realiza, lo que se acostumbra hacer en mi pueblo sobre las fiestas o el mitote, las danzas, el cambio de mayordomos”.
Ignacio José Mendoza tiene claridad en cuanto a los ciclos agrícolas, las estaciones del año y el principio y fin de las costumbres y los hombres. Así el mitote empieza desde un domingo y se termina hasta el sábado.
Las fiestas patronales desde el cumpleaños de los santos y en algunas casas continúan. Él sabe que las costumbres continuadas por los descendientes garantizan armonía personal y social y salud comunitaria.
“La gente del pueblo sigue haciendo las tradiciones, cada año continúa la tradición y por eso les platico del curandero que es parte también de la sanación de los enfermos porque nosotros, los indígenas, creemos en eso porque la medicina tradicional cura. El curandero hace trabajo ritual con humo y flechas con plumas de águila y rezos que hacen que lleguen a los oídos de un dios o un santo que puedan sanar a la persona o a las familias”.
Así el mitote es fiesta, pero igual sacramento pues ayuda a armonizar a la comunidad. El ritual puede durar cinco días con ofrendas como la entrega de leñas, aguas y flores en el patio. Pero el último día es de danza y la música vive a través de un guaje y un arco. Todo ello ha pasado al grabado del artista. Es por ello que se le pregunta por sus trabajos predilectos
“Mi grabado favorito es uno que se llama Corrida del alma y otro que se llama El mundo es uno. El primero es un grabado sobre cuando una persona fallece y se le hace después de un año un ritual donde se corre el alma de la persona que fallece, y eso lo hace la familia del difunto junto con un curandero. Se despide a un espíritu, un alma que dicen que todavía anda en ese lugar y la familia quiere que se vaya, que lo manden a donde los espíritus existen. Por eso se le corre del lugar donde vivía. Y El mundo es uno representa un mitote donde tomé una foto y ahí estaba mi papá, que en paz descanse. Le pude enseñar el grabado antes de que falleciera”.
EGO