Autor de novelas históricas, ensayos y cuentos, Ignacio Solares considera que El juramento (Alfaguara, 2020) es quizá su obra más especial. “He leído muchos libros que han cambiado mi vida, pero ahora puedo decir que éste, que yo escribí, ha cambiado mi vida. Porque es para mí una revelación”.
El autor presentó su novela ayer en la plataforma digital de la Feria Universitaria del Libro (FUL) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Refirió que cuando empezó a escribirla no sabía “cómo iba a terminar, ni siquiera qué iba a pasar con el personaje. A la mera hora no solo me di cuenta de que fue sorprendente, sino de que literalmente cambió mi vida”.
En su charla, Solares comentó que su personaje “duda en volverse sacerdote y dedicarse a ayudar a los indios tarahumaras, pero tiene un problema, no cree en un dios personal. Cree que Jesús fue un gran hombre, pero que no fue Dios. Por eso, al principio la historia comienza con dos afirmaciones: 'Creo que Cristo fue Dios. No creo que Cristo fue Dios”.
El también dramaturgo dijo que en la obra se ha dedicado “más a la figura de Cristo y a lo que implica en la filosofía y en la literatura. Mi personaje me hizo sentir como un lector, me convenció de que Cristo sí es hijo de Dios”.
Solares también habló de sus experiencias con los tarahumaras, de las sesiones espiritistas a las que asistió, entre otros hechos parasicológicos y paranormales. Afirmó que con el doctor Gutierre Tibón le tocó vivir experiencias en “el terreno de lo misterioso, de lo paranormal”.