Uno de los retos para el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) es cómo hacer que el cine nacional sea visto por más espectadores. Pero la situación no es nada sencilla.
María Novaro, directora de *Danzón*, inauguró las actividades del Encuentro Internacional de Mujeres en el Cine, con una charla donde abordó los retos y proyectos del instituto que ahora dirige.
Durante la charla, la realizadora recordó como 2018 se produjeron 115 títulos, cifra que supera a los registros de la Época de Oro del cine mexicano.
Sin embargo, las estadísticas promovidas por los grandes complejos cinematográficos indican que sólo un 15 o 20 por ciento de la población acude a estas salas para ver cine.
"Tenemos estadísticas, pero son las que manejan las dos grandes salas de proyección. Pero según cifras que estamos explorando, es un 15 a 20 por ciento de los mexicanos los que van a Cinépolis", refirió María Novaro, invitada por del Festival Internacional de Cine (FIC) de Monterrey.
Por ello, la directora se mostró reacia a considerar que los mexicanos "no les gusta" el cine hecho en el país. No obstante, son pocos los espacios para la proyección en México y que sean accesibles al público, salvo las oportunidades que brindan los festivales.
Un caso de éxito fue la proyección de la cinta *Roma*, de Alfonso Cuarón, en jardines de Los Pinos, en Ciudad de México, convocando a miles de personas en la función de diciembre de 2018.
"Se dice que el público no quiere ver cine mexicano pero no tiene ni idea si le gusta o no, simplemente porque no puede ir por costo o lo compra pirata. ¿Qué hacemos para que la gente vea la mayor producción de cine mexicano en la historia?", cuestionó.
María Novaro encabezó el programa de charlas y proyecciones del Encuentro Internacional de Mujeres en el Cine, que se realiza este fin de semana en la Cineteca Nuevo León, como parte del FIC.
Destaca cine regio
*La paloma y el lobo, ópera prima de Carlos Lenin filmado en Linares, obtuvo el Swatch Art Peace Hotel Award* en el prestigiado Festival de Cine de Locarno, donde fue seleccionado en la sección Cineastas del Presente.
El largometraje fue resaltada por María Novaro, al considerarlo un filme que hay que ver en México por la fuerza de la historia, la cual se sitúa en el periodo de violencia en la región aunque ofrece múltiples lecturas.
"La película no es fácil, con ciertos detalles, pero les juro que es una película que les golpea el alma. Tiene unos planos y movimientos de cámara en la presa de Linares, de no creerse", expuso Novaro.