Destacados investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y otros ligados a éste, dedicados a áreas de estudio como la etnomusicología, arqueología y restauración de monumentos, fallecieron en 2018. Como cada fin de año, la institución abre este espacio para recordarlos y destacar su legado, el cual continúa en beneficio de las presentes y futuras generaciones.
La mañana del 10 de diciembre, a los 89 años de edad, murió el etnomusicólogo Thomas Stanford (1929-2018), connotado investigador de origen estadunidense (Albuquerque, Nuevo México) considerado como el más prolífico de los recopiladores de la música tradicional mexicana.
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Stanford publicó en 1964 el primer Catálogo de Músicas Tradicionales y Lenguas Indígenas del INAH; y desde 1981 fue docente de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), cuya fonoteca fundó, y realizó investigaciones en más de 400 pueblos étnicos del país.
Su trabajo de campo cubrió casi toda la geografía mexicana, destaca la recopilación que hizo de tradiciones musicales de Guerrero, Yucatán y la Sierra Norte de Puebla. Contribuyó notablemente a la creación de fondos en el INAH, la ENAH, el Instituto Nacional Indigenista, la Dirección de Culturas Populares y la Fonoteca Nacional, a esta última donó la mayor parte de su acervo.
También se recuerda al destacado arqueólogo norteamericano George L. Cowgill (1929-2018), quien falleció en julio a la edad de 89 años. Centró su vida en el estudio de Teotihuacán, así como en los procesos de urbanismo, desarrollo y caída de los grandes centros urbanos de la antigüedad.
Junto a Rene Millon, realizó el detallado plano urbano de la antigua Ciudad de los Dioses, que ha sido la base de los estudios arqueológicos durante medio siglo. Fue pionero en la aplicación de métodos cuantitativos en los estudios arqueológicos, principalmente en la determinación de la tipología cerámica y sus correlaciones cronológicas.
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El 10 de junio, a los 92 años de edad, se tuvo la partida del ingeniero de origen español Óscar de Buen López de Heredia (1926-2018), quien participó en diversos proyectos arquitectónicos en México, entre ellos el icónico Paraguas del Museo Nacional de Antropología (MNA), la Basílica de Guadalupe y la remodelación del Auditorio Nacional.
López de Heredia Llegó a México en 1940, huyendo de la Guerra Civil española. Fue autor del libro Estructuras de acero, comportamiento y diseño, con el que recibió el Premio Nacional "Javier Barros Sierra" al Mejor Libro de Ingeniería Civil; asimismo, escribió manuales para el análisis de estructuras de acero de la Comisión Federal de Electricidad. Entre otras de sus distinciones están los premios nacionales a la Docencia "Mariano Hernández Barrenechea" e "Ingeniero José López Portillo y Weber".
Una de las ausencias más profundas para el INAH en este 2018, fue la del doctor alemán Peter Schmidt (1940-2018), quien murió el 7 de mayo; dedicó cuatro décadas de su vida al estudio del área maya.
Schmidt egresó de la Universidad de Hamburgo, Alemania, en 1967, e ingresó al INAH como investigador del entonces Centro Regional del Sureste, hoy Centro INAH Yucatán, al que estuvo adscrito hasta su fallecimiento. Realizó trabajos de campo en los sitios arqueológicos de Chichén Itzá, Yucatán; El Meco y Kohunlich, en Quintana Roo, entre 1976 y 1981. Fundó y dirigió la Ceramoteca del Centro Regional del Sureste del INAH, de 1980 a 1983, y fue director del Museo Regional de Antropología de Yucatán, Palacio Cantón, de 1983 a 1993.
Precisamente en 1993, dirigió el Proyecto de Investigación Arqueológica de Chichén Itzá; además, fue profesor en la ENAH y en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán. Recibió la Medalla UNESCO de la Diversidad Cultural, y obtuvo la Medalla “Yuri Knórosov” por sus contribuciones en el estudio de la cultura maya.
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En marzo se suscitó el fallecimiento de la historiadora del Centro INAH Chiapas, María Trinidad Pulido Solís (1947-2018), reconocida sobre todo en Comitán, donde coordinó el Consejo de la Crónica de la región. Fue autora del libro Haciendas de Chiapas, publicado por el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez (2000), en el que hizo un inventario histórico este tipo de inmuebles fundados a partir del siglo XVIII en esa entidad.
Sensible también fue la pérdida, el 26 de febrero, del ingeniero-químico Luis Alejandrino Torres Montes (1934-2018), pilar en la restauración de monumentos en México y cuyo legado está en la formación de restauradores y conservadores tanto de bienes muebles e inmuebles, desde la creación de la Escuela Nacional de Conservación Restauración y Museografía (ENCRyM) hasta años recientes.
Torres Montes fue miembro del Comité Científico del Icomos México; participó en la restauración de los artefactos recuperados en el Cenote Sagrado de Chichén Itzá; en el Acueducto del Padre Tembleque, así como en proyectos de las zonas arqueológicas del Templo Mayor y Teotihuacan.
Aunque no formó parte de la institución, el INAH recuerda igualmente al escritor Fernando del Paso Morante (1935-2018), merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que destaca el Premio Cervantes 2015. En su novela histórica Noticias del Imperio, Del Paso ayuda a comprender el México durante el Segundo Imperio regido por Maximiliano de Habsburgo (1864 -1867), al explorar la vida de este personaje y su esposa Carlota, a partir de la visión de la emperatriz en la última etapa de su vida.
mrf