El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registró 16 sitios con docenas de pinturas rupestres en El Rosario, en San Quintín, Baja California. La mayoría petrograbados, cuya antigüedad es de al menos mil 500 años.
Aunque la zona ya era importante para los investigadores por la cantidad de sitios arqueológicos, existía la inquietud de que no hubiera evidencia de sitios que tuvieran pinturas. Es por eso que se realizó una investigación, la cual duró alrededor de tres semanas.
Los grabados están hechos en piedras y frentes rocosos. Tienen diseños que van desde geométricos simples hasta unos más complejos, con diseños antropomorfos, flores, aves y reptiles.
Los investigadores participantes en la iniciativa fueron las arqueólogas Enah Montserrat Fonseca Ibarra y Fiorella Fenoglio Limón, del Centro INAH Baja California y Centro Querétaro, respectivamente; y el biólogo Héctor Sánchez Márquez, de la asociación civil Terra Peninsular, informó el antropólogo Jaime Vélez Storey, director del Centro INAH BC.
El objetivo central de la tarea fue conocer y registrar, como parte del Proyecto Estudio de Campamentos en la Línea Costera y Valles Intermontanos de Baja California, las llamadas “pinturas antiguas”, las cuales fueron identificadas por diversos pobladores dentro de sus terrenos.
De esta manera, los antropólogos lograrán comprender, entre otras cosas, el patrón de asentamiento de los antiguos grupos que habitaron en la costa oeste de la Península de Baja California hace ocho mil años.
Para esto, recorrieron toda el área en busca de las pinturas. Una vez identificadas, se fotografiaron y registraron en cédulas con su respectiva información. Además, se ubicaron en bloques con GPS. Toda la información fue llenada en una base de datos y posteriormente fue procesada.
La historia
En el 2013, el INAH colaboró con Terra Peninsular para decretar la primer Área Destinada Voluntariamente a la Conservación de Baja California (CONANP-356/2013), en una conjunción de riqueza natural y cultural.
Este tipo de figura jurídica, certificada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), es una herramienta que permite la protección de una zona rica en biodiversidad, concentración de endemismos y presencia de restos arqueológicos e históricos en la Sierra de San Pedro Mártir.
Durante las temporadas de campo 2017 y 2018, se recibió información acerca de la existencia de sitios con pintura y petrograbados localizados dentro de una reserva y en ranchos colindantes de propietarios particulares.
Además, como parte del trabajo de colaboración desarrollando con Terra Peninsular, se elaboró una encuesta que incluía imágenes de sitios con pintura y petrograbados, para que los pobladores de la zona de influencia de la reserva natural mencionaran si habían visto alguno de esos vestigios en sus predios.
A partir de informantes y las encuestas piloto se identificaron seis zonas con probable presencia de sitios con manifestaciones gráfico-rupestres.
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