INAH registra submarino de la Primera Guerra Mundial hundido en costas mexicanas

Se trata del USS H-1, atrapado en una playa de Baja California Sur durante una tormenta en 1920.

El H-1, submarino estadunidense de la Primera Guerra Mundial hundido en costas mexicanas (Cortesía INAH).
Ciudad de México /

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) registraron un submarino hundido de la época de la Primera Guerra Mundial, el único hasta el momento hallado en aguas nacionales.

Se trata del USS H-1 (SS-28), hallado en la Playa Occidental de la Isla Santa Margarita, en Baja California Sur. Llamado originalmente Seawolf, fue el modelo estrella de Estados Unidos para patrullar la costa atlántica en Long Island durante la Primera Guerra Mundial.


Historia del hundimiento

La embarcación se hundió el 12 de marzo de 1920, durante su regreso a California. Quedó atrapado —junto con la embarcación H-2—, en una tormenta en las aguas sudcalifornianas.

El submarino se encalló a 365 metros de Punta Redonda, en la isla Santa Margarita. La tripulación de 25 marinos, guiada por su comandante James R. Webb, abandonó la embarcación y trató de llegar a la playa; sin embargo, fueron vencidos por el mar. Aunque el H-2 logró salvarse, no pudo ayudar a sus compañeros.

Durante los días siguientes, la marina norteamericana trató de dar con el submarino. Organizaron búsquedas con expertos en naufragios, pero nunca dieron con él.


Su descubrimiento

El submarino fue saqueado, pues contenía cobre. El INAH supervisa restauración. (Cortesía INAH).

Fue hasta el 2016 cuando el INAH recibió un aviso de la presencia de un submarino histórico en la playa de Baja California. Fue encontrado por pescadores. El reportero Alfredo Martínez dio aviso a la institución.

El titular de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, Roberto Junco, mencionó que se trata de una pieza importante en el rompecabezas del siglo XX.

Además, infirmó que se encuentran en trabajos de restauración en conjunto con la Unidad de Arqueología de la Marina Norteamericana.

“Desde que se recibió aviso de la presencia del submarino, el INAH ha realizado dos temporadas de inmersiones: la primera en 2017, con una exploración de reconocimiento en la cual, por medio de dos buceos a poco más de 14 metros de profundidad, se tomaron fotografías y medidas generales del pecio mediante el método tradicional: con cinta de medir, tablas y lápiz”, dijo Junco.
Para el análisis del H-1, el INAH utilizó trabajos defotogrametría, método utilizado por primera vez en México (Cortesía INAH).

En 2018 se realizaron exploraciones mediante el método de fotogrametría, por primera vez utilizado en México. El modelo en tercera dimensión ahora servirá para monitorear su estado de conservación.

Esta tecnología utiliza programas de cómputo para crear un modelado en 3D hecho con miles de fotografías hechas de distintos ánguloos.

“Con dicho software podemos analizar elementos muy pequeños. Este modelo tiene una utilidad enorme, porque a través del tiempo podemos seguir monitoreando el deterioro de la embarcación, con gran exactitud, ya sea por corrientes o degradación natural del material con el que fue construida. Así haremos un seguimiento que permitirá valorar su estado cada dos o tres años, y podremos identificar eventuales áreas de saqueo ‘hormiga’”, explicó el titular de la SAS.

En este momento, reveló Junco, la investigación del H-1 se encuentra en la parte histórica, para reconstruir el papel de estos artefactos en la Primera Guerra Mundial.


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