Inauguran la sala permanente de la Máscara de Calakmul

Se resaltan los objetos que formaron parte del ajuar y las ofrendas que acompañaron al soberano que la portó hace más de mil 200 años.

Es una de las nueve caretas mortuorias hasta ahora localizadas en dicho sitio histórico.
México /

Desde su descubrimiento el 12 de diciembre de 1984, la máscara de un gobernante no identificado que vivió hace más de mil 200 años en el territorio de la Cabeza de Serpiente, la actual Zona Arqueológica de Calakmul, en Campeche, se ha convertido en un emblema no solo de esta entidad y de México como nación, sino de la humanidad misma al atestiguar la alta sofisticación estética y significación cosmogónica que el ser humano puede alcanzar en sus obras.

Así lo consideró el antropólogo Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), al encabezar la inauguración de la sala permanente de la Máscara de Calakmul, en el Museo de Arquitectura Maya, Baluarte de la Soledad, de la capital campechana.

En representación de la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y acompañado del gobernador del estado, Alejandro Moreno Cárdenas, el titular del instituto destacó el rol que desde los años 80 ha tenido la famosa Máscara de Calakmul —apelativo que recibe pese a ser solo una de las nueve caretas mortuorias hasta ahora localizadas en dicho sitio histórico— como embajadora de la cultura maya alrededor del mundo.

De este modo, tras una itinerancia casi ininterrumpida entre marzo de 2007 y diciembre de 2015, lapso durante el cual formó parte de diversas exposiciones, la máscara retorna a su sede y se estrena una museografía diseñada para resaltar cada uno de los objetos que formaron parte del ajuar y la ofrenda que acompañaron al soberano que la portó durante su “tránsito al inframundo y su renacimiento solar como sostén del mundo antiguo”, de acuerdo con la cosmovisión maya.

Claudia Escalante, directora de Museos del Centro INAH Campeche, al participar en el acto inaugural en paralelo con autoridades como José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del instituto, y el arqueólogo Antonio Benavides, director del Centro INAH Campeche, comentó que el retorno de la máscara a la Sala 4 del museo tuvo lugar en diciembre de 2016. Sin embargo, añadió, tras una década de itinerancia, “la pieza había adquirido una importancia monumental, por lo que su montaje original había quedado pequeño en razón de su actual trascendencia”.

Expuso que, bajo la nueva museografía y como parte de un proyecto integral de accesibilidad —que incluye a los cuatro museos que el INAH opera en el estado de Campeche—, la sala permanente incorpora los recursos digitales y replica los elementos informativos presentados en la exposición La Máscara de Calakmul. Universo de jade, que inauguró en 2015 la exitosa serie “Una pieza, una cultura”, presentada en el Museo Nacional de Antropología, con la curaduría de la maestra Pilar Cuairán Chavarría.

“La sala cuenta con ocho cédulas digitales y dos videos animados para explicar la máscara en su relación con la cosmovisión de los antiguos mayas, así como con un par de estaciones táctiles con la reproducción 1:1 de la misma, y cuatro distintos tipos de jade”, describió Cuairán.

Otros aditamentos de accesibilidad tienen que ver con líneas pododáctiles, rampas para sillas de ruedas, cédulas en braille y audios con contenidos para ciegos y débiles visuales, además de videos en Lenguaje de Señas Mexicana, que garantizan el disfrute pleno de todo tipo de públicos en el espacio museal.

La curadora resaltó que la sala se diseñó para que el visitante nunca pierda de vista este elemento y, antes de llegar a su contemplación, reciba la información necesaria para conocer el entorno natural, la sacralidad y el simbolismo, el contexto de su hallazgo e incluso los materiales empleados en la manufactura de este bien cultural. 

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