Aun cuando en las últimas décadas se han desarrollado tecnologías que nos han permitido almacenar y recuperar grandes volúmenes de contenidos digitales, aún hace mucho por hacer al respecto, en palabras de Perla Olivia Rodríguez, coordinadora del tercer Congreso Internacional de Archivos Digitales.
“Hace más de dos décadas se comenzaron a digitalizar las colecciones sonoras y audiovisuales grabadas en soportes analógicos. Pero esta tarea es aún un desafío en muchos países, pero especialmente en Latinoamérica. En un corto plazo deberemos emprender acciones de cooperación para intentar salvaguardar la mayor cantidad de documentos que forman parte de nuestro patrimonio cultural y que están en un alto riesgo de desaparecer, y con ello, parte de nuestra historia contemporánea”, enfatizó la investigadora.
Con el tema Forjando el futuro: inteligencia artificial y big data para la preservación digital sonora y audiovisual, el congreso se inauguró en el Auditorio Alfonso Caso de la UNAM, organizado por el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) de la UNAM, a través de la Red Iberoamericana de Preservación Digital de Archivos Sonoros y Audiovisuales (RIPDASA) y el auspicio del Programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED).
En él se reúnen expertos de 12 países, provenientes de Holanda, Italia, España, Finlandia, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Perú, Uruguay y México, quienes reflexionarán en torno al futuro inmediato de los documentos sonoros y audiovisuales nacidos digitales, y cuyo crecimiento ha sido exponencial desde la primera década del siglo XXI.
“La intención primordial es potenciar el uso de estas herramientas tecnológicas en la creación, desarrollo y aprovechamiento social de los archivos digitales para proteger y poner valor esta invaluable herencia documental”, destacó Perla Olivia Rodríguez.
Se estima que para el año 2110 se habrá conservado sólo el 17 por ciento de los documentos de origen digital que estamos produciendo actualmente. Este es un símil a la cantidad de cilindros de cera que se resguardan en la actualidad, derivado del desconocimiento de cómo haber preservado en el pasado aquel primer soporte de fijación sonora, lo que al mismo tiempo termina por reflejar los desafíos que serán tema de reflexión en el tercer Congreso Internacional de Archivos Digitales.
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