¿Puede la escritura imponerse a cualquier adversidad? Si confiamos en el lema que acompaña a la quinta edición de la Bienal Mario Vargas Llosa, podríamos afirmar de manera rotunda que sí: “Literatura para tiempos recios”. Es una referencia al libro del Nobel peruano —Tiempos recios, 2019—, pero también un guiño al clima borrascoso que comanda nuestro presente.
Del 25 al 28 de mayo, la ciudad de Guadalajara recibe a una treintena de autores para pensar sobre la literatura y algunos de sus diálogos posibles: la paz, la violencia, la historia, la juventud o la política. Entre los invitados están también los seis escritores que aspiran al Premio de Novela Mario Vargas Llosa: Héctor Abad Faciolince y Piedad Bonnett, de Colombia; Brenda Navarro, Cristina Rivera Garza y David Toscana, de México; y Juan Tallón, de España.
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El encuentro literario está dedicado a la memoria de Raúl Padilla López, fallecido en abril de este año. De manera inevitable, la inauguración estuvo repleta de evocaciones y elogios al legado del ex rector de la Universidad de Guadalajara, descrito como un visionario e incansable promotor de la cultura.
“El mejor homenaje que podemos rendirle a Raúl Padilla es prolongar su obra, como estoy seguro que él lo querría”, dijo el autor de Conversación en La Catedral, quien no desaprovechó la oportunidad de aludir a la coyuntura política de la región. “La Bienal —dijo Vargas Llosa al inaugurar el evento— tiene lugar este año en un mundo convulso, incierto, sacudido por guerras y amenazado por diversos autoritarismos en una América Latina donde el populismo, la demagogia, el estatismo, la intolerancia y el extremismo ideológico están causando mucho daño”.
“Encuentros como el nuestro no tienen una connotación puramente literaria”, zanjó.
Después de los protocolos iniciales tuvo lugar una charla entre los finalistas del Premio de Novela Mario Vargas Llosa. Uno a uno, ante las atinadas preguntas de la periodista peruana Rosa María Palacios, los escritores diseccionaron sus novelas frente al público que se reunió en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas. Fue un intercambio de alto calibre encauzado por el lenguaje y las inquietudes literarias.
La novela ganadora —cuyo premio está dotado con 100 mil dólares— se conocerá el próximo domingo 28 de mayo a las 18:30 horas. El evento se llevará a cabo en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
Las novelas finalistas
Salvo mi corazón, todo está bien, de Héctor Abad Faciolince (Colombia).Qué hacer con estos pedazos, de Piedad Bonnett, (Colombia).
Ceniza en la boca, de Brenda Navarro (México).
El invencible verano de Liliana, de Cristina Rivera Garza (México).
Obra maestra, de Juan Tallón (España).
El peso de vivir en la tierra, de David Toscana (México).
hc