Algunos caricaturistas e ilustradores mexicanos resintieron la muerte de Quino (Joaquín Salvador Lavado). Lo reconocen no sólo como un gran caricaturista, sino como un creador que supo llevar algunos de los problemas de las sociedades a un mayor número de personas a partir del humor.
Hablamos con Bef, JIS, Rapé y Jabaz, quienes lo describen como un maestro y un gigante de la cultura latinoamericana.
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Bernardo Fernández, Bef
Creo que en una tira de Quino hay más sabiduría que en un aforismo de Cioran. Es un gigante de la cultura latinoamericana, pero es un gigante de la cultura: no sé si sea la respuesta latinoamericana a Snoopy, aunque desde luego que hay una influencia, pero con unos alcances universales y una profundidad que, creo, es muy raro de ver en la historieta.
“Ahora alcanza una inmortalidad que se había ganado hace muchos años, prueba de ello es que Mafalda circula hace más de 50 años, aun cuando tiene una muy abundante obra posterior de humor gráfico, luego de tomar una decisión que me pareció muy valiosa, al renunciar a un personaje que le abrió las puertas de la fama para seguir creando”.
JIS
Ahora que se nos fue el maestro me puse a pensar que fue de nuestros padres fundadores de la vocación monera, de esos artistas de la caricatura que detonó una fascinación y un interés para participar en esta actividad. Fue un encaminador originario.
“Sí siento un parentesco con toda esa área en la que Quino se pone a especular, a divagar, meterse a zonas existenciales, invenciones puras… eso, para mí, fue muy revelador de ese uso de la caricatura para muchos otros fines, además de la crítica política o social, que es de las labores más nobles de la caricatura”.
Jabaz
Creo que es uno de los caricaturistas que ha aportado más en cuanto a reflexión con su humor que, supuestamente, es como para niños, pero con unas grandes enseñanzas y reflexiones. En lo personal me gustó el inicio de Mafalda y creo que a toda nuestra generación nos marcó mucho.
“En cuanto a conciencia de la realidad política es donde más aportó. Las reflexiones que se hace a partir de sus personajes refleja mucho de lo que somos: cada uno de los personajes tiene su chispa, su colmillo y, en plan político, las reflexiones que se hacen entre esos personajes, de manera muy sencilla, cae uno en la cuenta de todo el entramado político que, además, se da a nivel mundial”.
Rapé
No nada más nos dejó a Mafalda, que me parece toda una filosofía de vida, de conciencia, pero también nos ha dejado una cátedra de humor, de dibujo, de síntesis, de una intensidad tremenda. Mucha gente puede creer que dibujaba de manera muy sencilla, pero uno ve la calidad del trazo, de la perspectiva, del ingenio y, qué te digo: es por eso que se convirtió en uno de los gigantes de la historieta, de la viñeta, de la manera de hablar de política a través de la voz de una niña.
“Se vuelve imprescindible por la gran cantidad de esfuerzos que hacía para explicarnos al planeta, el continente, su país, el de cualquiera… para poder vivir mejor”.
PCL