A la inauguración del Festival Sucede, le llovió y El Viaje tuvo que detenerse a los cerca de 20 minutos que había iniciado, en el reloj marcaban las 20:30 horas.
Antes de que iniciara el montaje Ismael del Toro, alcalde de Guadalajara destacó que en pocos minutos se vería un gran espectáculo con el cual se unían a la celebración del centenario de Juan José Arreola. “Lo que van a apreciar tiene que ver con la forma de pensar, de ver la vida de Juan José Arreola”. Dijo que el gobierno que representa tiene el compromiso de llenar de arte cada uno de los rincones de la ciudad.
Después de las palabras del alcalde hubo una breve pausa y se escuchó una voz en off que pronunció el inicio del cuento de El guardajugas: “El forastero llegó sin aliento a la estación desierta. Su gran valija, que nadie quiso cargar, le había fatigado en extremo. Se enjugó el rostro con un pañuelo, y con la mano en visera miró los rieles que se perdían en el horizonte. Desalentado y pensativo consultó su reloj: la hora justa en que el tren debía partir”.
Del incipiente y amorfo escenario, surgió algo parecido a una víbora que engullía una pelota naranja y luego la escupía… El segundo número fue el de unos simios salidos de algo así como de un pequeño carruaje, que aventaban maletas y pelotas y saltaban. Después vinieron textos sobre pájaros y personajes caracterizados acorde a los textos que saltaron sobre trampolines con movimientos tímidos… para cuando se leyó un texto que aludía a cuervos y comenzaba apenas una coreografía con seres que llevaban en sus cabezas algo parecido a unos cuernos, la lluvia arreció y se interrumpió el espectáculo. Al corte de edición no se había restablecido la función.
Lo poco que se vio demostró las diversas y tan particulares interpretaciones que puede tener un texto de Arreola. La música era en vivo. De los elementos escenográficos del montaje que costó 3 millones de pesos sólo destacaron los efectos especiales de humo.