Afuera
Los árboles del maestro Israel Nazario han convertido el paisaje de Oaxaca en un mito estético. La sombra de un árbol es el “adentro” de la canción, la inspiración que ilustra la canción de Saúl Hernández, Afuera. El dibujo es una meditación en la presencia eterna de los árboles.
Ser artista y nacer en Oaxaca exige forjarse una identidad propia porque hay muchos artistas y una gran producción de arte. Israel nos dice: “No hay mucha vuelta que darle. Tú te construyes de lo que te rodea y definitivamente nunca se es completamente auténtico. Tienes que convencerte de que eso que estás haciendo es importante. Después ya veremos si se convence a los demás, pues es fortuna. Si no, tendrás que seguir haciendo tu esfuerzo”.
El proceso creativo de Israel comenzó al escuchar la canción: “A mí la canción me provocó contradicción inmediatamente que escuché la letra. La canción, yo ya la había bailado en una ocasión. Vaya, la había disfrutado mucho, pero como melodía. Hasta que me tocó hacer este proyecto, me puse a atender la letra. Honestamente me confundió; me conflictuó, el título de la canción es Afuera, pero la canta de adentro. “Afuera tú no existes, sólo adentro”. Te regresa adentro, hace la referencia de afuera, para hablar de que lo importante es adentro”. El título viene sobrando. La esencia de la canción es adentro de cualquier cosa. Sobre todo, en este caso de la reflexión humana”.
Israel es paisajista, observa y trabaja en el exterior, sus árboles son referencia en el arte: “El afuera es lo que nutre esa inquietud que tienes y que, de alguna manera, va a ser, como el ancla, la referencia, para que tú puedas poner todos tus conflictos o inquietudes o ambiciones o pasiones: lo que está adentro”.
Los árboles son de Israel Nazario, nos cuenta: “En Guerrero, en San Nicolás de la Lingolícola, Santo Domingo, San Nicolás, ese pueblito de Guerrero, ahí vive mi madre. Hay un árbol en el parque, conocido como el Palo del Chisme, porque era la única sombra y ahí se juntaban sólo los hombres. Ahí se echaron a perder familias por los chismes de ese árbol. Fui a verlo e hice una pieza con ese tema y lo titulé El palo de chisme. Llegó la modernidad a ese pueblo; quitaron todos los árboles; pusieron concreto; y un quiosco y otros otro tipo de árboles. Éste es un tronquil, y lo respetaron: le hicieron su cazuela, sus bancas alrededor. Es el único árbol que quedó de los que estaban. Me siento muy orgulloso, y se sigue llamando el Palo del Chisme”.
Afuera es el Palo del Chisme, es un cuadro de Israel Nazario, es una novela de García Márquez. Vemos los tendederos llenos de ropa y decimos “Rosario, la bella”. Se va a ir volando la ropa con Rosario. Vemos los árboles y decimos: es Israel Nazario.
Afirma Israel: “Los que conocen mi trabajo, cuando ven un árbol, dicen: “mira, ahí está un Nazario”. A veces me mandan fotos de algún lugar y me dicen: “mira, vi un Nazario”. Me causa gracia porque finalmente eso no es mío; eso ahí está; es de todos. Me siento afortunado de ser el que despertó la llamada de atención a los demás, pero nada es mío”.
Afuera se compone de dos obras, la letra de la canción y el dibujo, nos dice Israel: “Sigo compartiendo la idea de Tamayo de que la obra se completa con el espectador. El tema de esta pieza es estar a la sombra de un árbol. Poder ver todo el paisaje que te rodea, desde la sombra, con esa falsa sensación de que estás resguardado. Pero en realidad estás afuera. Sigues estando afuera, aunque estés en tu propia capacidad de sentirte seguro, porque estás a la sombra. Ahí puedes reflexionar, admirar; desde ahí sentir que puedes ver todo: que puedes ir a todos lados”.
El árbol se convierte en sombra, se convierte en tejado cuando está lloviendo. El árbol puede ser un hogar.