Más de 20 años de experiencia como artista conforman la historia de Israel Quintero Islas. Eterno amante de la anatomía humana, la estética y la expresión visual formalizó su viaje por el amor a la belleza en la Escuela Nacional de Artes Plásticas en la Ciudad de México -que ahora es la Facultad de Arte y Diseño (FAD)- y tras egresar se ha desenvuelto en temas como la fotografía, pintura e incluso la escultura.
Cuenta que siempre tuvo capacidades e inquietudes alrededor de las cuestiones artísticas y la educación institucional enriqueció esas habilidades, fue a partir de ahí como desarrolló distintas facetas de su vida como lo social, comercial y el arte.
Al terminar la licenciatura esa sed de proponer algo a su entorno lo llevó a fundar dos asociaciones que se dedicaban a la difusión de la fotografía propiamente y con una de éstas realizaron exposiciones itinerantes en toda la Ciudad de México; dicho proyecto duró aproximadamente 3 años; el principio era propagar la imagen urbana porque todos los componentes eran artistas de ese corte.
La segunda fue Fotonáutica que abordó un aspecto político-social relevante, ya que en el año 2000 con la contienda a la Presidencia de México, donde quedó Vicente Fox, fueron el tercer proyecto de foto observación electoral a nivel mundial, es decir “nosotros trajimos al país ese concepto para darle el valor e importancia que merecía la fotografía en temas tan importantes como la democracia. Lo hicimos en colaboración con la ONU y tuvo buenos resultados”.
Posteriormente retomó aquel desarrollo en el aspecto comercial y artístico pese a que no tomaba la escultura en forma como actualmente sucede, le dedicaba más tiempo a la pintura y dibujo, pero eso cambió desde hace siete años cuando hizo del modelado su actividad principal.
“Mi forma de expresión básicamente es visual y cuando era joven -qué frase tan difícil de decir- mis temas siempre fueron muy reflexivos, siempre rondaba temas filosóficos sobre la vida y la existencia y las artes te permiten expresar gran parte de dichas inquietudes, además no me veo nunca sin hacer algo fuera de la producción de imagen o arte”.
Aunque ha probado muchas temáticas al final la idea es honrar porque el hecho de retratar a una persona honra uno de los ordenes que hay en la vida, “es como dar fe y constancia de la existencia”, incluso tal vez podría parecer que no existe una relación pero “dedicarte a un tema social o político también es honrar tu realidad porque es una testificación concreta y sólida del tiempo que te tocó vivir. Entonces en tu contexto como artista y ser humano es bueno que puedas dejarlo representado de alguna forma”.
Un recorrido por el 'dark side'
Como fotógrafo la estética oscura fue un punto de fuga para desarrollar shootings inspirados en esa esencia underground, pese a que no toma como suya la filosofía de esas corrientes sí las abraza para fusionar la belleza de lo extraño con su propia ideología y hacer un tributo a dicha forma de expresión social, cultural y coyuntural.
“Aprender de ellos es fabuloso, tengo amigos muy valiosos en ese ámbito con los que he podido hacer trabajos de corte underground y ha sido muy grato poder experimentar con los lados oscuros que a muchos nos inquietan”.
Para Quintero la escena gótica en México se da por razones culturales, pero afirma que aquí se marca notoriamente un fenómeno donde no ocurre entre los mismos estratos sociales como en otros países porque acá ser gótico implica muchas veces pertenecer a la marginalidad económica, social o laboral, donde los jóvenes dentro de esa relegación buscan una forma de expresarse.
“Los mexicanos estamos muy carcomidos por la cultura mediática -incluso la cultura pop ha sido mal asimilada- entonces es muy refrescante encontrar personas que buscaron otras maneras de comunicarse. Es decir, cuando yo iba al CCH quienes teníamos la contracultura en las manos éramos quienes escuchábamos trova en los 80, pero en esa época empieza a popularizarse la tendencia gótica en México y aunque se ha dicho mucho que el gótico está muerto no lo creo así. Lo único que podría decirles es que innoven, sean promotores de su cultura en todos los aspectos y rompan los dogmas”.
Tzompantli
Con una tendencia más figurativa hacia un enfoque a la anatomía humana, trabaja en una serie de máscaras con un speech reflexivo sobre la muerte y cómo se vive desde nuestro punto de vista mexicano. Tres años de gestación le valieron a esta idea para lograr su concreción con el desarrollo de máscaras que honraran la finalización de ciclos, formas de vida -como los animales y su existencia- hasta el futurismo.
Lo cual a su vez resultara ser una aportación a la estética, por ello buscó la manera de que el proceso de elaboración fuera un tributo a las famosas calaveritas de azúcar porque aunque son una mezcla de la cultura española y mexica pertenecen arraigadamente a nuestras costumbres.
Cuando llegaron los españoles encontraron que nuestros nativos hacían ofrendas a los muertos en batalla con el Tzompantli, una instalación de cráneos en hilera. La práctica fue modificada por los conquistadores y substituyeron los cráneos reales con otros hechos de azúcar; a partir de eso nace la tradición de recordar a los muertos con las populares calaveritas de azúcar.
“Desde un principio se me ocurrió que fueran para high fashion y tenían que ser para pasarela, entonces lo que considero que es innovador es que tienen aportación estética y de moda desde un punto de vista cultural con el que nosotros invocamos a nuestros muertos. El material con el que están hechas es azúcar junto con un polímero especial que la preserva, endurece y da una duración de muchos años; pero también pueden hacerse solamente con azúcar y un estudio más estilizado. Son totalmente portables y corresponden a una serie de 10 máscaras que serán objetos de colección”.
Es entre tintes futuristas que evocan a la naturaleza porque retoman la esencia de las ballenas, criaturas que han sido martirizadas durante años frente a la constante caza y hoy el sufrimiento de dichos animales -y todos lo que han perecido por la intervención humana- es honrado con este culto artístico. "Son máscaras mortuorias que representan la identidad que sobrepones en tú ser e invitan a venerar la muerte muy a la mexicana".
Con la invitación del galerista Ricardo Rodarte esta colección visitará tierras extranjeras en la pasarela del Fashion Week Madrid para representar el sincretismo de ambas culturas sobre las fechas de los fieles difuntos. “Es una forma también de festejar a México y España ante un momento de tensión que viven actualmente y queremos aportar nuestro granito de arena para celebrar a ambos países”.
Israel exhorta a estar atentos el 5 y 6 de noviembre al lanzamiento de este proyecto a través de sus redes sociales.
Quintero asegura que está muy grueso definirse como artista pero definitivamente para él ser artista cumple una función de trascendencia porque generar acciones u objetos que dejarán tu huella cuando dejes de existir son el punto medular y “debes esforzarte para que los mensajes que dejes a través de tus obras queden marcados con un sentido filosófico, existencial y espiritual. A veces incluso el silencio te permite hacer una introspección que posteriormente derive en nuevas ideas para plasmar. Para mí el arte es un desarrollo interno”, finaliza con un esbozo de serenidad.
KVS