El escritor mexicano Pedro J. Fernández asegura que es momento de reivindicar a "villanos" de la historia de México como Agustín de Iturbide, recordado más por su efímero imperio que por su papel en la consumación de la Independencia del país.
Fernández, autor de Iturbide. El otro padre de la Independencia afirma que en México se arrastran "muchos mitos y muchos rencores" con personajes de su historia como Antonio López de Santa Anna y Porfirio Díaz, ambos presidentes y protagonistas del México del siglo XIX.
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"Ya es momento de reivindicar las imágenes que tenemos de estos héroes; no satanizarlos, sino entenderlos pues al final son parte de lo que somos", sostiene el novelista de 31 años de edad.
Santa Anna fue once veces presidente y bajo su mandato México perdió la mitad de su territorio ante Estados Unidos. El Porfiriato (1884-1911), por otra parte, dio origen a la Guerra de Revolución de 1910.
Iturbide, líder realista, pactó con Vicente Guerrero, comandante insurgente, la consumación de la Independencia de México el 27 de septiembre de 1821, con la entrada a Ciudad de Mexico del llamado Ejército Trigarante.
La historia señala que Iturbide (1783-1824) declaró el primer imperio mexicano como Agustín I y que tras nueve meses de mandato y muchos conflictos, se exilió en Italia, primero, y luego en Inglaterra antes de regresar a su país.
"Tenemos una versión extraña de la historia, con héroes y villanos, y como los villanos tienen que ser malos entonces los despojamos de todo lo bueno, de todo lo rescatable de su biografía y los convertimos en figuras acartonadas", señala Fernández.
Con Iturbide, al quitarle todos los aspectos de su vida, parece quedar solamente "un villano ambicioso cuando en realidad fue el hombre que liberó a México", resalta Fernández, autor deYo, Díaz.
El escritor opina que Iturbide ha sido borrado de la historia y en la novela buscó que el lector se adentrara en su vida antes de la guerra de Independencia, en una infancia típica para su época y su trayectoria militar.
El planteamiento de Iturbide al consumarse la independencia del país era que México sería un imperio, porque le parecía la forma de transición más sencilla de un virreinato, aunque ya planteaba en el Plan de las Tres Garantías, los poderes Legislativo y Judicial, comenta Fernández.
A Iturbide se le deben los colores de la bandera mexicana, que simbolizaban las garantías de Independencia, Religión y Unión, explica.
El novelista resalta que el "breve imperio" de Iturbide (19 de mayo de 1822 al 19 de marzo de 1823) comenzó con 47 pesos en la tesorería y una deuda de 70 millones de pesos de entonces y "no puede hacer nada".
Ahora el turno es de ellas
Después de su experiencia con Iturbide, Pedro J. Fernández prepara un libro infantil sobre 50 heroínas que, de alguna forma, también han sido olvidadas y una novela sobre Emiliano Zapata, uno de los caudillos de la Revolución Mexicana de 1910.
"Creo que es importante que los niños y niñas conozcan a estos personajes y vean que la Conquista, Independencia, Reforma y Revolución "están llenos de mujeres que también aportaron al país" porque a veces parece que la Independencia la hicieron sólo los hombres.
Los planes con la novela sobre Zapata es que sea publicada en 2019 cuando se cumplirán 100 años de su muerte y su objetivo es presentar al personaje más allá del héroe.
"Es importante humanizar a los héroes; también a los héroes les hace mucho daño que no podamos ver sus fallas", concluye.
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