Iván López Reynoso: Florencia en el Amazonas es una obra medular de América Latina

A unos días de su estreno en el Palacio de Bellas Artes, el director de orquesta habla sobre la trascendencia de esta producción.

Iván López Reynoso | Carlos Alvar
Ciudad de México /

El director de orquesta Iván López Reynoso (Guanajuato, 1990) se declara enamorado de cada compás de Florencia en el Amazonas y feliz porque la dirigirá en el Palacio de Bellas Artes para saldar con creces y con honores, a su juicio, una deuda con la ópera de Daniel Catán. El montaje de Enrique Singer podrá verse sólo en cuatro funciones desde el 8 de octubre.

“Florencia en el Amazonas es una de estas partituras que, quizás sin conocerla profundamente, todos los músicos conocemos o sabemos de ella, porque es la ópera mexicana más representada en el mundo, que más se ha hecho y se hace en el mundo. No hay melómano operístico que no haya escuchado el título. Para mí es una partitura no nada más importante, sino yo diría medular operísticamente incluso de América Latina, no sólo de México”, dice el director de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes.
“Será una puesta en escena memorable y que recordaremos todos. Yo estoy muy emocionado, Florencia era un proyecto de vida no nada más de mi estancia en Bellas Artes, era un sueño de carrera hacer esta ópera y ahora que llega esta oportunidad de hacerla aquí, y cumplir este plazo que ha llegado. Me parece que tenemos un gran compromiso por delante, estamos todos los involucrados para que sean funciones inolvidables”, promete López Reynoso, que también considera un acontecimiento fundamental y crucial el estreno histórico de Florencia en la Metropolitan Opera House de Nueva York: “Todos los mexicanos debemos dar el foco que se merece la llegada de una ópera mexicana ahí”.

¿Qué significa para usted la música de Daniel Catán?

Definitivamente, encontramos en Daniel Catán al compositor mexicano que más se ha comprometido y trabajado por la música vocal, operística, junto con Federico Ibarra. Ambos quizás sean los compositores del siglo XX que más óperas han compuesto. Y Catán es el mexicano cuyas óperas más se presentan fuera de México, el más interpretado del mundo. Eso nos hace ver la gran calidad, indiscutible profundidad y belleza de sus obras. Encuentro en Florencia en el Amazonas una partitura profunda, bien compuesta, con un sentido orgánico, arquitectónico, musical muy bien pensado. Sobre todo encuentro un compositor profundamente emocional y emocionante, capaz de hablar con profunda emotividad, y cuyo principal canal y camino será siempre el emocional, conmover, hablar a través de las fibras más sensibles. Para mí, como punto de carrera, me es particularmente importante Florencia, porque es la primera vez que dirigiré una ópera de Catán, es mi primer encuentro con él en una ópera integral, y, por ende, es un punto fundamental en mi actividad.

Iván López Reynoso | Carlos Alvar

¿Cómo conoció su obra?

Fue ya tarde, entre comillas, aunque no tanto: en el estreno en México de Il Postino en Bellas Artes, en 2011. Un acontecimiento muy importante para mí como melómano y porque acababa de llegar a Ciudad de México un par de años antes. Fui a esa función, que se dio en fechas cercanas al fallecimiento del maestro Catán y lo trágico y triste que esto era para el mundo musical. Desde ese momento, me maravillé con lo emocional, neorromántico que es su lenguaje compositivo, pero que tiene también tintes muy puccinianos, muy cercanos a Debussy, al impresionismo francés, una parte también muy marcada, muy fuerte, muy protagonista. Y ese Il Postino de 2011 me fascinó porque también es una ópera magnífica, y de ahí vino esta incursión y esta búsqueda de su música, escuché Florencia en el Amazonas, Salsipuedes, música orquestal, El vuelo del águila... Y nos encontramos con un compositor definitivamente fundamental para la escritura musical del país y que la representa fuera.

Como director, músico y cantante, ¿qué preguntas le haría a Catán sobre Florencia?

Uy, tantas. Me habría gustado una plática cercana con él, no lo conocí. Cuando él murió tenía 21 años, era muy joven, estaba apenas empezando mis pininos en la ciudad. Me habría gustado conocerlo y preguntarle: para él qué significa el final de esta ópera, al que escribe, además, música absolutamente magistral y profunda. Es un final muy enigmático, abierto a muchísimas lecturas e interpretaciones. Aunque no les podamos preguntar personalmente a los compositores, estudiándolos sí nos dejan muchas respuestas en su música o en sus escritos o en sus círculos cercanos. Soy amigo de Andrea Puente, la viuda de Catán, y sí he hablado con ella y, a pesar de que no lo conocí en persona, sí lo conozco a través de ella y de ese amor que tiene tan profundo por la música de su esposo.

“También me gustaría preguntarle a Catán: ¿por qué utiliza esta orquestación tan poco común? No es una orquesta muy grande, en términos de cantidad de músicos; es una orquesta con un orgánico instrumental poco común, tiene muchos instrumentos de percusión claramente tratando de emular o de hacer referencias a estas sonoridades selváticas, amazónicas, sudamericanas, latinas. Esa instrumentación me ha parecido muy interesante, muy peculiar. Catán era un gran orquestador, y lo vemos en muchas de sus obras. Me habría gustado preguntarle si su escritura, al ser muy pianística, al llevarla a la orquesta, al mantener su pianismo, ¿cuál era la intención con esas escrituras a veces muy demandantes para los instrumentos? Es una escritura compleja, no es sencilla, al tener una serie de arpegios y escalas muy rápidas, muy ágiles, que en el piano son muy sencillas, pero a la hora de trasladarlas a otros instrumentos ya no son así. Me hubiera gustado preguntarle eso. Pero, en realidad, las preguntas me las hago igualmente yo con la finalidad de encontrarles una respuesta”.

¿Cómo ha sido su relación con Marcela Fuentes-Berain, autora del libreto?

No he tenido la oportunidad de conocerla, pero he dialogado con ella a través de su obra, en su sentido metafórico. Estoy muy familiarizado, es un texto complejo, claramente referente al realismo mágico, con alusiones, con metáforas, con sentidos dobles, triples, con varias capas de lectura, de lo que el personaje puede estar diciendo o puede haber querido decir o haber pensando. Es un texto fascinante, una obra muy bien escrita desde el punto teatral, dramatúrgico, que plantea retos muy serios, muy grandes, a la hora de interpretarla, tanto desde el punto de vista musical como del teatral. Y por ello es un lujo y es verdadero honor que tengamos al maestro Enrique Singer en la dirección escénica, él es un absoluto referente y gran hombre de teatro. Este acercamiento en este momento de la ópera mexicana a esta partitura era una deuda que se está saldando con creces y con honores, será una puesta en escena memorable y que recordaremos todos.

Como director de la orquesta, ¿coincide con Singer, Fuentes-Berain y María Katzarava en que es muy cinematográfica esta ópera?

Sí, absolutamente. Estoy completamente de acuerdo con ellos. Es algo que he hablado con el maestro Singer en el transcurso de los ensayos, y que él está llevando a la acción en su puesta en escena. No quiero hacer spoiler, pero va a valer cada minuto la pena. Va a ser una puesta en escena tan rica, tan atractiva, tan compleja, tan visual, como a lo mejor el propio Catán hubiera querido. Hace claras referencias al cine, a la cinematografía. Y esta es, desde luego, una obra muy cinematográfica. Transcurre en un barco (El Dorado), eso plantea obviamente una serie de complicaciones. Es una escritura también muy visual, la música no sólo está sirviendo como acompañante teatral, sino como paisaje musical, la partitura se convierte al mismo tiempo en tintes escenográficos: de repente en la música están plasmadas las olas, el agua, los ruidos de la selva, aves, animales, sonidos, viento. Es una partitura visual, desde luego neorromántica, pero tiene tintes impresionistas y expresionistas, maravillosa. ¿Qué te puedo decir?: estoy enamorado de cada compás de Florencia en el Amazonas.

Por primera vez habrá elenco totalmente mexicano con esta ópera ¿Cómo es su trabajo con él?

Absolutamente. Otro pequeño detalle es que por primera vez se presentará con un elenco ciento por ciento mexicano, que es importante decirlo. Cuando se estrenó en 1999, la protagonista Sheri Greenawald, soprano americana, hizo un espléndido trabajo. Pero, esta vez el Palacio de Bellas Artes verá por primera vez un elenco nacional y además y una puesta en escena de Florencia, aquella vez fue en concierto. Esas dos peculiaridades hacen que sea imprescindible esta cita con esta ópera.
Iván López Reynoso:

“Además, el elenco combina muy bien distintas generaciones, de forma afortunada: tenemos al fantástico y veterano Armando Gama, con una gran trayectoria y experiencia, incluso con otros roles de Catán: curiosamente cuando se hizo Salsipuedes, él fue el Capitán, y en Florencia también hace al Capitán, es un regreso al personaje con el mismo cantante.

“También tenemos debuts: Denis Vélez, fantástica joven, que debuta con un rol en la Ópera de Bellas Artes igual que Carlos Arámbula, joven barítono maravilloso. Dhyana Arom, soprano magnífica, con un timbre lírico espectacular que ha madurado muchísimo y que está en un momento vocal realmente espléndido, de plenitud. Están un fantástico descubrimiento vocal, Evanivaldo Correa, con el que estoy trabajando por primera vez y que es una de las voces de tenor más hermosas que he oído en mi carrera, un cantante fuera de serie; algunas de las notas más bellas, de los agudos más bellos que he oído en mi vida, se los oí en este mes de ensayos a Correa.

“Y está Gabriela Flores, mezzosoprano joven, con proyección internacional, que ha formado parte del estudio de Ópera de Los Ángeles. Y el personaje más místico, más enigmático, que transita entre lo místico y lo terrenal, Riolobo, será interpretado por Óscar Velázquez”.

López Reynoso considera que con Singer se encontró una manera muy orgánica y muy honesta de que cada uno de los siete solistas le otorguen sus personalidades vocales a cada uno de sus personajes y subraya que, al ser una ópera cantada en español mexicano, tiene ciertas peculiaridades y dificultades.

“Hemos tomado una serie de decisiones muy interesantes sobre las velocidades, los tiempos, para que sea al mismo tiempo una recitación cantada muy orgánica. Nosotros, al estar cantando en nuestra lengua madre, al estar en español el texto, puede parecer una ventaja pero al mismo tiempo es una desventaja porque la dicción hablada no es igual que la cantada, el canto tiene complicaciones a la hora de emitir sonidos. Eso lo sabemos y, al hablarlo todos los días de repente al cantarlo hay que encontrarle otras posiciones en la técnica para que esto sea funcional para el canto. Hemos hecho un fantástico trabajo en ese sentido de búsqueda, de respetar la música, pero mismo tiempo de darle un relieve importante al texto, y que sean decisiones musicales basadas en esa naturalidad que debe tener la dramaturgia teatral”, explica el director concertador respecto de su trabajo con Singer y los cantantes.

Las puestas en escena que he visto me recuerdan más a Fitzcarraldo, la película de Werner Herzog, que al mundo de García Márquez, se lo comentaba a la maestra Fuentes-Berain. Pero, volviendo a Puccini: ¿qué relación ve entre Florencia Grimaldi y Floria Tosca? Deben de ser los dos personajes de la ópera más importantes que son justo sopranos, cantantes de ópera.

Hay otro pero que no es como tal una cantante de ópera, es una cantante, La Gioconda, de Amilcare Ponchielli, el personaje principal también es una cantante, aunque no se especifica que es de ópera. Es un poco canto dentro del canto o teatro dentro del canto. Encuentro a Puccini en la música de Catán, pero me atrevería a decir que más que estar cercana a Tosca en un sentido musical (sí está, desde luego, la hermandad en el sentido dramatúrgico de la cantante dentro del canto), encuentro más a Madama Butterfly en Florencia en el Amazonas; le encuentro esta cosa más paisajista, más descriptiva, impresionista en ocasiones, que retrata muy bien la Butterfly de Puccini, que es como si estuviéramos entrando a Japón cuando escuchando la música. Eso me pasa con Florencia, estamos entrando al Amazonas cuando escuchamos esa música. En ese sentido, me hermana más a Maddama Butterfly que a Tosca, sin embargo, claro que esta similitud con Floria Tosca es obvia.

“Recuerdo otra ópera también: El empresario (Der Schauspieldirektor), de Mozart, en donde las cantantes son de ópera. Y un caso más: Viva la mamma!, de Donizetti, que tuvimos en Bellas Artes en 2015, en donde el personaje principal de soprano es una soprano. Este es un caso muy interesante porque es teatro dentro del teatro, eso me parece muy importante para la verosimilitud de un personaje; es decir, Dhyana Arom está cantando el rol de una cantante, Florencia Grimaldi, y, en ese sentido, es muy cercana a la empatía o las similitudes que puede encontrar con ella. Es un ejercicio interesante de construcción de personajes, y en ese sentido han trabajado muy estrechamente, cumplimos un mes de ensayos con Enrique Singer, y hemos trabajado tanto, tanto de verdad, los ensayos han sido muy intensos, muy gratificantes. Y la idea es encontrar una naturalidad en la interpretación de la obra, que se vea que cada quien está muy comprometido con su personaje, interpretación y con la música”.

La Metropolitan Opera House tendrá un mes después que Bellas Artes el estreno histórico de la primera ópera cantada en español, en mexicano, Florencia en el Amazonas. ¿Cómo se siente al respecto?

Es una coincidencia muy sorprendente, porque, cuando planeamos Florencia en Ópera de Bellas Artes no teníamos ni la más remota idea de que también la planeaban en la MetOpera; los timmings, los anuncios fueron a principios de año, y nosotros lo anunciamos antes que ellos. Fue una coincidencia real y muy sorpresiva, pero que nos llena de orgullo, de profundo compromiso de la música. Florencia llega en un momento no solo importante sino necesario: por primera vez en la historia del icónico teatro de la Metropolitan Opera House de Nueva York llega una partitura escrita por un mexicano.

“Tardó en llegar, pero, ya que llegó, es importantísimo darle todo el lugar y el reconocimiento que merece. Es un acontecimiento histórico, estoy planeando un viaje a Nueva York exclusivamente para verla en diciembre. Ver cómo personajes tan importantes del mundo de la ópera, cómo el director Yannick Nézet-Séguin, a quien admiro profundamente, se enfrenta a esta partitura, con la soprano americano-mexicana, Ailyn Pérez, en el protagónico, una extraordinaria cantante. Es un evento no menor; es fundamental, crucial. Y qué orgullo que sea una ópera mexicana la que llegue a la MetOpera. Estoy muy contento, es un acontecimiento de verdad importante, crucial, al que le tenemos que dar todos los mexicanos el foco que se merece, la llegada de una ópera mexicana a la MetOpera”, dice emocionado.


  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

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