Jane Lazarre publicó en 1976 El nudo materno, considerado un clásico del feminismo, donde confronta el mito de “la buena madre” con un autorretrato íntimo y visceral de su maternidad.
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¿Qué opina cuando la llaman autora feminista emblemática de Estados Unidos?
No sabía que me llamaban así… pero si lo soy por algo, es por que en los 70, cuando el feminismo se estaba formando, fui una de las escritoras de mi generación que empezaba a escribir de forma diferente acerca de las experiencias de ser mujer; incluyendo historias desde el punto de vista abierto y directo de una madre. Cuando escribí El nudo materno, tenía una ferviente necesidad de contar la verdad de mi historia, una historia que no encontré en ninguno de los libros sobre maternidad que estaban disponibles”.
El nudo materno se escribió hace 40 años y parece muy vigente. ¿A qué lo atribuye?
Siento un profundo agradecimiento a Las afueras porque El nudo materno en español es ampliamente conocido. En Estados Unidos no es el caso ahora, y esto se debe más a las realidades editoriales corporativas que a cualquier otro factor. Pero cuando estaba en Barcelona y el libro se publicó allí, me di cuenta (una vez más) de qué tan importante es para la madres reconocer los conflictos, las ambivalencias y la gran variedad de experiencias.
Salvando vidas
Jane Lazarre recordó una boda familiar en la que una mujer de su edad comenzó a platicarle de un libro que le había salvado la vida cuando fue madre joven… ¡era El nudo materno!
“Y me preguntó si yo lo había leído. Cuando le contesté que yo lo había escrito comenzó a llorar y me dijo lo mucho que había significado para ella. Esta misma experiencia me ha sucedido en muchas ocasiones por las cartas de madres de muchos países, así como de feministas de otras disciplinas que han escrito sobre la maternidad. Yo atribuyo esto que aún siguen esos sentimientos de culpa, incluso de pena. Algunas mujeres sienten que sus experiencias no machan con los románticos clichés de la maternidad. Cuando el libro fue publicado por primera vez aquí, convergía con esta nueva ola de hacer conciencia sobre la vida de las mujeres. Esto mismo sucedió en España cuando fueron publicadas mis memorias, y tal vez este es el caso ahora en Mexico”.
En México, el termino “madre” es sagrado, su libro podrá molestar algunas o despertar a otras…
Hace 40 años ser madre era casi una obligación.
Creo firmemente que la maternidad debería ser una elección, las mujeres, como lo que escribí en El nudo materno, son tan diferentes entre sí en temperamento e historia así como cualquier otro ser humano de cualquier sexo o género, por lo que la maternidad debería ser siempre una elección; especialmente porque todavía hay muy poco apoyo real para las mujeres que deben salir de casa a trabajar o que trabajan en carreras muy demandantes.
A pesar de todo los cambios en el mundo, ¿considera que vivimos en una sociedad patriarcal?
Sí, claro. En todo el mundo, el sistema patriarcal todavía es poderoso, expresado en las políticas y normas que van desde las restricciones en la educación de las chicas, hasta los derechos reproductivos, los estándares de la belleza física y realmente en cada aspecto de la sociedad. Esto ha progresado en muchos lugares y en muchos casos, pero todavía es una lucha larga y continua.
Siempre será un triunfo para cualquier autor que sus libros de traduzcan en distintos idiomas para que lleguen a más lectores.
Me siento muy feliz y agradecida de que mis libros ahora están disponibles en México, especialmente con su historia de radicalismo político y luchas por la igualdad incluyendo en las artes, espero ser muy afortunada al encontrar muchos lectores allá.
¿Algún mensaje para sus lectores que la van a descubrir en México?
Tratar de ser fiel a nuestra propia experiencia… aún cuando las expectativas sociales contradicen lo que sentimos y sabemos, y expresar esta experiencia públicamente de cualquier forma posible. Esto nunca será fácil, algunas veces será peligroso, pero esto es lo que al final proporciona una historia verdadera a todos nosotros.
Llegada a México.
En cuanto a El Comunista y la hija del comunista, la escritora explica que durante mucho tiempo había querido escribir acerca de lo que fue crecer cerca del Partido Comunista Americano.
“Es la historia de mi padre, el comunista, el hombre que fue profundamente herido por los excesos y engaños del partido en este país, a medida que se acumulaban más pérdidas personales también, y al mismo tiempo mi conciencia de su integridad y sus principios de toda la vida”.
DAG