"Linea nigra" es una marca oscura y vertical que aparece en el abdomen, por lo general, en el segundo trimestre del embarazo. También es el título del más reciente libro de Jazmina Barrera, donde explora el universo de la literatura y de las artes para reflexionar sobre los nueve meses de embarazo, pero también de muchas otras situaciones alrededor de éste y hasta de un terremoto que se cruzó en ese camino.
Una novela que parece un ensayo o un ensayo cercano a la novela, como ella misma lo ha definido, es Linea nigra (Almadía/UANL, 2020) sobre la cual hablará su autora en una presentación en línea este miércoles, a las 19 horas, a través del Facebook Live de @traspatio_el
Tu libro pareciera situarse entre esos dos universos, pero a partir de un ensayo que termina siendo novela o una novela que sigue siendo ensayo…
Prefiero no pensar tanto en los géneros literarios. Entiendo su utilidad a la hora de orientar a los lectores y para que los libreros sepan en qué estante acomodarlos, pero al momento de escribir sólo me estorban. En mi caso, cada proyecto me pide herramientas literarias distintas, a veces algunas más narrativas a veces otras más reflexivas, descriptivas o líricas.
·¿Qué ha significado la maternidad en tu caso?
La transformación más radical que he experimentado, tanto corporal como intelectual y afectivamente. Leo el mundo de manera distinta, mis relaciones con las personas a mi alrededor son otras, mi entendimiento de la humanidad es muy diferente desde que nació mi hijo.
¿Sentiste la necesidad de escribir al respecto?
Sí, no lo pude evitar. Decidí escribir este libro para tratar de entender mejor los procesos que estaba experimentando. Y luego decidí publicarlo para compartir mi experiencia y lo que fui hallando en el camino, por si esto resulta útil para alguna lectora o lector.
Muchas veces se dice que la escritura nace de obsesiones, heridas o fantasmas, ¿intentabas resolver algo con Línea nigra?
El libro parte de una curiosidad por un conjunto de transformaciones corporales, anímicas, literarias, familiares y sociales que surgieron cuando me embaracé. Esto incluye miedos y angustias, pero también alegrías y asombros. En el libro aparecen además el monstruo de Frankenstein, algunos vampiros y uno que otro fantasma.
Has definido Línea nigra como “el ensayo de una novela”…
Por jugar decidimos nombrarla así en el subtítulo del libro. Hay algo de estos géneros en el libro, y también de otros, como por ejemplo el diario de embarazo o la historia del arte.
¿Qué es lo que te permite el ensayo y que no encuentras en otros géneros al momento de hacer esta recopilación de historias?
Me encanta la palabra “ensayo”, que se refiere a lo inacabado, a los procesos, a lo experimental. Contiene la libertad que para mí es imprescindible al momento de escribir. Todo buen libro, a mi parecer (se incline más hacia lo narrativo, lo argumentativo o lo lírico, esté escrito en prosa o en verso medido, sea para adultos o para niños), es un ensayo.
En muchos momentos, el volumen también es un ejercicio de memoria, una especie de autoficción, dirían los entendidos…
Toda escritura es, a mi entender, ficción. Nuestra memoria inventa, tergiversa, miente.
Un ejercicio de libertad, porque nos dejas entrar al universo de un trío –padre, madre y bebé- y también de los satélites que siempre nos acompañan…
Mi experiencia de maternidad ha sido a la vez muy subjetiva, y profundamente colectiva. El libro quisiera que todas las autoras que cito y las artistas a las que me refiero conformaran una especie de comunidad intelectual y sensible, de la misma forma en que mi experiencia de crianza es compartida con mi pareja pero también comunitaria y colectiva (mi madre, mis tías y mis amigas son mucho más que satélites, son piezas claves nuestra vida diaria). Por otro lado, creo que las labores de crianza y de cuidados son una responsabilidad de la sociedad entera, y que la idea de la familia nuclear ha sido muy dañina para nuestra sociedad.
¿Ya estás encaminada hacia la novela?
¡Quién sabe! A lo largo de mi vida he escrito varios libros que podrían considerarse novelas en un sentido más tradicional y todos los he tirado a la basura. La novela es un camino por el que he transitado varias veces y que nunca termina de convencerme. Ahora mismo estoy escribiendo una. Ya veremos si sobrevive.
vmb