Danzas modernas y antiguas se mezclan en el arte de Jennifer Cabrera

Danza

Embajadora por la paz de las 68 lenguas maternas, la etnocoreógrafa une elementos ancestrales y contemporáneos del arte del cuerpo en movimiento.

Jennifer Cabrera, etnocoreógrafa veracruzana. (Foto: Diego Landi)
Ciudad de México /

La etnocoreógrafa Jennifer Cabrera —reconocida por la UNESCO— nació y creció en Poza Rica, Veracruz, en una familia que practica la medicina tradicional y los rituales ancestrales. Cuando tenía 14 años sintió que la danza era una parte fundamental en su vida e inició sus estudios en la facultad de danza de la Universidad Veracruzana, en Xalapa.

Más adelante, cuenta en entrevista, “me acerqué mucho a lo que son las danzas tradicionales antiguas”. Estos intereses la llevaron a un viaje en el que se adentró también en el estudio de los ritmos y las danzas africanas “para entender aún más lo que es nuestra tercera raíz; estuve en algunos países de África para profundizar en esto que me apasionaba”.

Ahora radica en Venecia, Italia, en donde es reconocida por practicar los movimientos de las danzas tradicionales a través de una representación artística contemporánea. En los espectáculos de Cabrera “el cuerpo se mueve con direcciones que tienen mucho que ver con la danza moderna y tiene también mezclas de algunos códices antiguos, pasos mágicos o de poder que se practican para obtener mayor fuerza y energía”.

Estos elementos se encuentran en su espectáculo Sciamanica, en el que se refiere a la espiritualidad y la medicina tradicional. “Cuando decidí hacer este espectáculo vine a México y pedí permiso a médicos tradicionales para poder hacer este pasaje de lo que es nuestra tradición a una proyección más moderna”.

“Me considero una antena, un cuerpo que da un mensaje. Es por esto que hay un estudio muy profundo para después presentarlo en un modo diferente, como yo lo pienso y lo siento, y creo que esto se ha logrado proyectar en la parte musical, en la que hago mayor hincapié en lo que son las tres raíces”.

En julio de 2020 Jennifer Cabrera recibió el Bastón de Mando —emblema entregado por autoridades indígenas y afromexicanas— como embajadora por la paz de las 68 lenguas maternas y pueblos afromexicanos por su trayectoria. Este mes lo recibió físicamente en una ceremonia realizada en Veracruz.

La propuesta la recibió por parte de Mexiutopic, una de las organizaciones que promueven la entrega de este símbolo, además de Egbe Inmorologun y el Consejo Indígena Nacional.

"Cuando recibí la propuesta contesté agradeciendo, pero me dio un poco de temor por la responsabilidad que es. Se trata de dar valor y tener conciencia de lo que estás recibiendo. Soy una representante, una embajadora, no es un premio o reconocimiento; es una investidura para difundir y expandir información de cómo somos al mundo para que se tenga mayor conciencia y por ende, interés en los pueblos originarios y sobre todo, respeto, no nada más con la palabra, sino también con apoyo".

PCL

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

LAS MÁS VISTAS