La soprano Jessye Norman murió a los 74 años

La intérprete afroamericana recibió cuatro Grammys y el grado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Juilliard.

Jessye Norman debutó en 1983 en la obra operística Los Troyanos (AP).
Editorial Milenio
Ciudad de México /

La soprano estadunidense Jessye Norman, una de las mejores voces líricas de la segunda mitad del pasado siglo, falleció a los 74 años en un hospital de Nueva York debido a complicaciones en una antigua lesión en la médula espinal, informó en un comunicado su familia.

​La artista internacional de la ópera ganó cuatro de los 15 Grammys a los que estuvo nominada y fue poseedora de la Medalla Nacional de las Artes, otorgada por el gobierno de su país. 

De acuerdo con distintos medios estadounidenses, Jessye Norman falleció en el hospital Mount Sinay St.Luke de Nueva York por un choque séptico y un fallo multiorgánico derivado de las complicaciones de una lesión en la médula que sufrió en 2015.

"Estamos muy orgullosos de los logros musicales de Jessye y de la inspiración que fue para públicos de todo el mundo y continuará siendo una fuente de alegría", señala en su anuncio la familia de Norman.

También, añadieron que están especialmente orgullosos de sus esfuerzos humanitarios en asuntos como el hambre, las personas sin hogar y la educación de los jóvenes en arte y cultura. 

La cantante fundó en 2003, la Escuela de Artes Jessye Norman en su ciudad natal, Augusta (Georgia), para promover la educación en distintas artes de jóvenes sin medios.

La cantante afroamericana, quien cumplió 74 años el pasado 15 de septiembre, fue al comienzo de su carrera una de las pocas artistas negras que encarnó papeles importantes del repertorio operístico. Su voz cautivó al público de las grandes salas del mundo, de la Scala al Metropolitan, donde cantó más de 80 títulos desde que debutó en 1983 con Los Troyanos de Berlioz.

Interpretó los personajes principales de Carmen y Aida en los mejores teatros del mundo personajes, cantó el repertorio wagneriano y cruzó fronteras estilísticas para dar una nueva vida a Duke Ellington y otros grandes del jazz.

Norman nació en la época de la segregación racial, por lo que su primer contacto con la música fue en la iglesia, donde acudía con su madre y su abuela, ambas pianistas, y su padre, quien era cantante.

Tras obtener una beca para estudiar música en la Universidad de Howard, en Washington DC, y después de perfeccionar su formación en el Conservatorio Peabody, de la Universidad de Michigan, debutó en 1969 en Berlín asumiendo el rol de Elisabeth en Tannhäuser de Wagner.

"El palacio del sonido", como la describió el New York Times, era dueña de una voz enorme, que llegaba a cada rincón del auditorio y abría nuevas dimensiones al espectador.

Tenía el grado doctor Honoris Causa de varias universidades, entre ellas Juilliard, Harvard y Yale. Además, fue miembro de la British Royal Academy of Music y comandante de la Orden de las Artes y las Letras francesa.

Dueña de un bellísimo color en la voz y sensibilidad musical, Jessye Norman actuó en España en varias ocasiones, entre ellas la que protagonizó en 1999 en el Teatro Real, donde puso en pie al público.


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