José Bernal: “La ambición por el poder y el dinero transforma a los hombres, los deshumaniza”

En entrevista con MILENIO, el escritor habla sobre su nueva novela, que se configura a partir de un fratricidio, y aborda su trabajo al frente de la editorial Gato Blanco.

José y su nueva novela | Cortesía
Ciudad de México /

De una anécdota familiar, “que se volvió una especie de leyenda”, el escritor y editor José Bernal (Ciudad de México, 1989) partió para dar forma a El cine de Caín, su más reciente novela; un relato sórdido, voraz y violento que, como alude su título, se configura a partir de un fratricidio.

“Mis abuelos paternos eran de Tulancingo y allá había una familia que era la dueña sin título del pueblo, como los señores feudales de esa época – cuenta el autor en entrevista con MILENIO –. Ellos eran ricos porque tenían fábricas textiles, un negocio totalmente licito, pero en la lucha por la herencia uno de los hijos mató al otro. De ahí nace la primicia, ya después todo se vuelve ficción”.

La lectura de Meridiano de sangre (1985), obra del estadunidense Cormac McCarth, y la guía del escritor Jaime Mesa en un taller literario, ayudaron a José con su narración, que situó en Tonalpa, un pueblo ficticio ubicado en Campeche “por una necesidad de logística, necesitaba una frontera con Guatemala, pero me han hecho notar que podría ser cualquier pueblo, porque lo que vemos con la violencia del narcotráfico es que los pueblos pequeños son los más fáciles de controlar y son los más azotados, aunque hoy en día esa mancha cubre todo”.

La obra forma parte de la colección Undertango | Cortesía

La historia de Baltazar y su hermano menor, el Tecolote, protagonistas de El cine de Caín, tiene en la violencia su “foco central, es el punto de inflexión de prácticamente todo”, por eso en ella se cuentan traiciones, ambiciones, decepciones, depravaciones, errores y venganzas. “La ambición por el poder y el dinero transforma a los hombres, los deshumaniza. En la novela hay mucho de eso, los personajes de pronto se deshumanizan y pareciera que actuaran solo con impulsos bestiales, salvajes”, apunta Bernal.

“En novela hay una crítica a la narcocultura, a la misoginia, a la violencia como algo positivo, pero no creo que sea como para que nos ponga a pensar en una situación que conocemos todos de sobra”, resalta el autor, quien para dar forma a su historia investigó sobre los mataderos y el tráfico de reses en México.
“No pretende dar un mensaje para cambiar algo, no es moral o idealista. Se limita a contar una historia entretenida con varias lecturas, pero es inevitable escapar al discurso de qué tendríamos que hacer para cambiar, de cómo es la sociedad actual en México”, añade.

Arquitecto de libros

La relación afectuosa de José con la literatura comenzó al entrar a la universidad. Antes le tenía “aberración” a los libros estipulados por la escuela, y fue en la biblioteca de su mamá, una lectora que “no discrimina", donde encontró la primera lectura que le dio un vuelco a su vida: Me llamo Rojo, de Orhan Pamuk.

Pero antes de volcarse a resolver la encrucijada de la hoja en blanco, el creativo transitó por la arquitectura.

“Trabajaba en un despacho y en algún momento empiezo a colaborar con una revista que se llama Apuntes de Rabona, que combina futbol y temas culturales. Pedro Moctezuma, que fue el que la fundó, me invitó a escribir de arquitectura y futbol. Ahí fueron mis primeros pasos escribiendo, de hecho de ahí sale mi primer libro, El arte del futbol (2017), que es un libro de infografías”, detalla.
El escritor nacido en la Ciudad de México | Cortesía

Pronto su inquietud por escribir, “porque en ese momento ya era un lector bastante voraz”, arrojó como resultado Vas a hacerlos bailar (2020). Y a la par de este camino gastando tinta, José cimentó una editorial: Gato Blanco.

“Publiqué mi primer libro (El arte del futbol) y se me ocurrió que podía ser un sello editorial. Tras cuatro años, tenemos 52 títulos publicados y es bastante variado el catálogo; dentro de las líneas más recurrentes están el libro infantil, de arte y toda la parte literaria. Mi novela (El cine de Caín) es la tercera entrega de una nueva colección que se llama Undertango, que pretende ser una literatura más mordaz, un discurso más profundo”, explica.

José, ¿para qué escribes?

“Es una forma de desahogo creativo, quizá por eso cambié de vereda, porque como arquitecto tenía algunas intenciones creativas y el mundo laboral las sepultó, no quería ser solamente un dibujante… No estoy diciendo que los arquitectos no puedan llegar a desarrollar su creatividad, creo que más bien no era lo que yo tenía pensando. En la literatura encontré la forma de contar historias y esa es la razón por la que escribo, tenía que encontrar el lugar para canalizarlo. Me siento muy apasionado por la literatura, seguiré haciendo novelas”.

¿Y por qué ser un arquitecto de libros?

“Me gusta la dirección de arte. Todos los libros de Gato Blanco tienen una característica: tienen algo gráfico, ya sea ilustración, infografía o fotografía. Por eso no hacemos libro digital, creemos en este objeto-arte que es el libro impreso, que puedes oler el papel. Eso a la par de que me llena de satisfacción poder publicar autores que a lo mejor lo ven complicado, es una oportunidad para voces que tienen discursos interesantes”.

hc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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