José Luis Valencia: "El barrio es escenario de mis cuentos"

En entrevista con MILENIO, el escritor José Luis Valencia habló de El barrio se respeta y otras consideraciones, publicado por Rayuela Editorial.

“Comencé a escribir los cuentos en 2020, serían parte de otro libro, Los tiempos de Dios, pero estos se quedaron en el tintero porque no los terminé a tiempo. Durante la pandemia me dediqué a terminarlos hasta que quedé contento”.

Los tiempos de Dios ganó el Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola 2020, pero había más que decir para el escritor.

“Tuve un año sabático y nos cayó la pandemia. Me dediqué a escribir y decidí participar en el Arreola, me puse una fecha para terminar y dije: ‘lo que termine es lo que voy a enviar’. Y se fueron los cuentos que ya estaban más consolidados. Después seguí escribiendo hasta tener estos nuevos”, agrega.

Vidas torcidas

El barrio se respeta y otras consideraciones se compone de 13 cuentos: Taxi, Tres sobres, Mira papá, como Jordan, El silencio, Un tipo con suerte y Una mala noche, entre otros.

“El barrio es prácticamente el escenario de todos los cuentos que componen el libro y en realidad fue un accidente, pero también toco el tema de la paternidad porque fui papá por primera vez”, comenta.

Estos cuentos exploran ese momento en que las vidas se tuercen, los destinos se rompen y las historias se completan: el barrio se respeta, aunque el barrio no siempre respete.

“En el libro está el tendero de las tiendas de abarrotes que había en los barrios. Antes de los Oxxos y Seven eran negocios familiares, pasaban del papá al hijo y a los nietos; eran un centro donde se reunía la gente del barrio. Había pandillas, claro, pero con ciertos códigos y respeto. Uno de los cuentos relata cómo una tiendita va evolucionando con el tiempo. Entonces llegan los que se fueron a Estados Unidos y ya son otro tipo de pandillas: hay drogas, robo de autopartes y el barrio empieza a descomponerse y los códigos que se respetaban en un barrio se rompen”, comentó.

José Luis Valencia aseguró que sus cuentos son recuerdos de su infancia y adolescencia, entre los 80 y principios de los 90, pero con un tono oscuro “donde impera la tragedia. Mucho en la dinámica de Los tiempos de Dios es mostrar las cosas que no queremos ver en la vida cotidiana: los accidentes, desapariciones, pandillas, los abusos policiales… todas esas tragedias que nos pueden suceder en cualquier momento. Uno se levanta todos los días muy campante como si nada fuera a ocurrir y al salir de tu casa puede pasarte cualquier cosa, es abrir los ojos a realidades que no queremos ver a partir de la ficción”.

El escritor explicó que ser padre también marcó sus textos que también tocan la tragedia y la violencia con finales inesperados.

“Digamos que todos los miedos que te da el ser papá, traté de meterlos acá, decía un amigo, César Ruiz Galicia, periodista, que parece que conjuré todos mis miedos a partir de la paternidad en este libro. Yo entendí realmente lo que es el amor y el miedo cuando nació mi hijo. Todo adquiere un matiz distinto y todo lo que no quiero que me pase, ni que le pase a mi hijo, está aquí”.

Uno de esos cuentos es Mira, papá, como Jordan, que nació con un recuerdo del escritor.

“Estaba pequeño con mi padre colgando una canasta de basquetbol en el patio de mi casa y es narrar ese momento que fue muy bonito, pero le meto el elemento de tragedia al final”, dice.

Para José Luis Valencia, toda ficción nace de algún hecho, escenario o imagen real, “no necesariamente lo que pasa en las historias de mis cuentos, pero todos tienen un personaje, un hecho, un recuerdo a partir del cual construí toda una historia alrededor”.

El barrio se respeta y otras consideraciones fue publicado por Rayuela Editorial con una portada de Salvador Rodríguez, el pintor de los barrios de Guadalajara.

“Es una editorial de Jalisco del editor Avelino Sordo, quien es considerado uno de los 100 mejores diseñadores editoriales del país, es un tipo que solo hace cinco libros al año, los que le gustan, y me ha publicado dos y me encanta. Además, le pide a pintores que hagan portadas para los libros, entonces, los libritos son una obra de arte”.

Valencia comenta que le gustaría terminar una novela que tiene en el cajón desde 2015.

“Quisiera recuperarla, pero te encuentras con el dilema del Valencia de 2015 al de hoy, y es diferente. Hay cosas que me gustaría rescatar y cosas que no. Tengo la intención de escribir otra novela oscura, justo a partir de una historia de un ‘levantón’ que me tocó conocer de cerca. La escritura misma te va diciendo para qué da, para qué alcanza”.

hc