La crónica es el género perfecto para contar el lado más oscuro de la pandemia de covid-19 en Perú, un país que en algún momento de 2021 fue el peor del mundo en cuanto a tasa de mortalidad por el coronavirus.
El periodista Joseph Zárate (Lima, 1986) no solo salió a la calle en un período en que las autoridades recomendaban quedarse en casa, sino que acompañó a los trabajadores funerarios que se dieron a la tarea de levantar los cuerpos de quienes perdieron la vida a causa de la nueva enfermedad que en 2020 desencajó al mundo. Algo nuestro sobre la Tierra (Penguin Random House, 2021) es el libro que recoge esa experiencia del autor en Lima.
- Te recomendamos México está listo para Mondiacult 2022 Cultura
Zárate ha sido galardonado con el Premio Ortega y Gasset 2016 y el Premio Gabriel García Márquez 2018 por su trabajo periodístico, particularmente en la crónica. Hoy habla de su nuevo libro en el que se vale de toda su experiencia para contar uno de los trabajos más desoladores del mundo.
Como el título lo anuncia, el periodista se hace una pregunta sin respuesta ante la muerte propagada por el virus: ¿qué es lo que dejamos nosotros luego de morir?
“No lo sé, la verdad que no lo sé”, responde inicialmente con una sonrisa. “Pero tengo hipótesis”, advierte.
El autor se remite de inmediato a sus padres, porque en ellos pensaba cuando veía la desolación que dejaba la pandemia y pensaba que si él moría, qué es lo que les dejaría. Y qué es lo que su padre, quien ahora padece con secuelas del covid, le ha dejado.
“Todas las cosas que él ha dejado en mí. Por ejemplo, la mesa donde escribo o el estante de mis libros lo hizo mi padre, porque él es carpintero (y se llama José)”, empieza a argumentar y luego agrega que él, que no sabe ni clavar un clavo, es una especie de “carpintero con las palabras, y voy construyendo historias”.
A pesar de ello, Zárate también ha confesado que le cuesta mucho trabajo el proceso de escribir, porque él se siente mejor haciendo el reporteo, en la calle. “Para escribir ya sé que lo voy a pasar mal”.
Con la edad, sin embargo, dice que ha aprendido a solventar el “trago amargo” que constituye la escritura. “Ahora ya sé cómo funciono yo para escribir. Ya sé que en las mañanas no puedo trabajar”, confiesa. “Yo escribo en las tardes, entre las 4 y las 12 de la noche”.
En cualquier caso, se consuela porque sabe que lo importante en su trabajo es la investigación.
Los estragos
El libro cuenta la historia de un grupo de inmigrantes venezolanos que aceptan hacer un trabajo que los propios peruanos prefieren evitar: recorrer las calles de Lima con su carroza fúnebre, recoger los cuerpos de la gente que murió en sus casas a causa del coronavirus y llevarlos a incinerar al horno de la empresa funeraria.
“En el periodismo narrativo el elemento de la investigación es fundamental. Si no hubiera investigación, pertenecería a otro género de la no ficción distinto, ensayo personal, etcétera —explica Zárate—. Acá, mezclo crónica con otras cosas, pero hay investigación periodística. Eso es un poco lo que yo intento hacer”.
Al reducirse el número de personas que hacían el trabajo funerario en la peor época de la pandemia, los protagonistas del libro pasaron meses trabajando muchas horas al día tratando de que los cadáveres permanecieran el menor tiempo posible en el lecho.
El periodista peruano se vale, por supuesto, de la crónica tradicional para contar lo que vivieron estas personas a las que acompañó en el trabajo de levantar cadáveres. Sin embargo, para procurar darle la voz a los protagonistas Zárate explora otros géneros, como el teatro y la poesía, para darle mayor dimensión a la experiencia de los protagonistas de la historia.
En 2018, publicó el libro Guerras del interior —en Méxco por Debolsillo—, un conjunto de crónicas sobre guerras sociales, económicas, políticas y ambientales, que han librado diferentes personas para defender sus tierras o sus costumbres de la amenaza del progreso en Perú. Guerras del interior es un libro que tuvo una muy buena recepción en Perú y que de alguna manera le abre el camino a esta nueva entrega.
Algo nuestro sobre la Tierra, sin embargo, no iba a ver la luz, ya que Zárate se cuestionó la pertinencia de publicar algo sombrío sobre la pandemia luego de que todos padecimos de una u otra manera los estragos del encierro, de la enfermedad y de la muerte. Fue después de que enfermó de covid-19, en enero de 2021, cuando decidió terminarlo para su publicación, sobre todo guiado por esa pregunta mencionada arriba: ¿qué dejamos en la Tierra después de muertos?
“Yo creo que es eso, la conciencia de que ahí (...) donde antes no había nada, donde todo es caótico, puedes construir algo que tenga un sentido y una utilidad y que permanezca en el tiempo”, dice Zárate tratando de responder su pregunta sin respuesta.
“Me parece que en la medida de que tengamos una conciencia de eso, vamos a dejar algo, ya sea el oficio o un recuerdo, eso es lo que creo”, concluye.
PCL