Luego de una larga enfermedad, a los 86 años de edad falleció este 29 de marzo en Caracovia, su ciudad natal, el compositor y director de orquesta Krzysztof Penderecki (Polonia, 1933), conocido por un peculiar estilo que iba de las obras atonales a la música religiosa. En varias ocasiones el músico vino a México, la última vez para dirigir a la Orquesta Filarmónica de la UNAM.
Penderecki debe haber causado muchos dolores de cabeza a los críticos. Sobre todo porque, después de haber triunfado en el mundo del avant garde, volvió a formas más tradicionales, y le dijo adiós a ese movimiento.
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Musicalmente este cambio comenzó con Paradise Lost, composición basada en la obra de John Milton y que le fue comisionada para la celebración del bicentenario de la independencia de Estados Unidos, donde estaba viviendo.
En entrevista para MILENIO, realizada en 2011, Penderecki explicaba que “Paradise Lost tiene diferentes elementos de la música que entonces estaba escribiendo, algunos lo llamaron nuevo romanticismo. Fue el periodo en que estaba fascinado por la música de Mahler y Bruckner. Después de escribir durante 20 años música avant garde quería cambiar e irme en otra dirección. El resultado es Paradise Lost”.
Seguramente hubo gente que se sintió traicionada, le comentamos y rió ante la observación. “Sí, por supuesto, pero el mundo también estaba cambiando. No era el mismo mundo en el que yo estuve en Polonia en los años cincuenta. Era un mundo distinto y había pasado buena parte de mi juventud escribiendo música avant garde. Luego mi fascinación por la música romántica duró poco tiempo, fue entre 1975 y 1983, y después mi música cambió otra vez. Ahora ya no escribo música así, pero ese fue un periodo en el que quería irme en otra dirección, no quería pertenecer al mismo grupo de gente escribiendo sólo música avant garde”.
Directores de cine como Stanley Kubrick, William Friedkin o David Lynch utilizaron su música en sus películas, otorgándole un lugar muy especial. El compositor refirió que sus composiciones “están en muchas películas, como El resplandor de Kubrick o Katyn del director polaco Andrej Wajda. Deben ser como unas 20 películas donde hay fragmentos de mi música. No escribo para las películas, pero a los directores les gusta y la usan. Yo digo: está bien y les doy permiso para hacerlo. ¿Por qué no? Algunas son muy buenas películas, como El resplandor”.
Ya para finalizar, Penderecki refirió que escuchaba voces que decían que “la música clásica ya pertenece al pasado, que no hay mucho interés entre los jóvenes por la música clásica, lo que no creo que sea cierto. Nunca en la historia habíamos tenido tantos festivales; incluso en Polonia tenemos un ciento de festivales y casi todos ellos de música clásica. Así que hay un renacimiento en la música debido a que se ha vuelto el lenguaje que todos pueden entender. Nunca hubo un periodo en que la música se desarrollara tanto”.
ÁSS