Una colección cercana a los 6 mil volúmenes está siendo rescatada por el Museo Arquidiocesano de Arte Sacro de Monterrey, el cual guarda joyas procedentes del Siglo XVII sobre literatura cristiana.
Se trata de un acervo que estaba en custodia del Patrimonio Cultural del Tecnológico de Monterrey, conocida como la Colección Patrística, que pasó a la Arquidiócesis en 2015 con la construcción de la nueva Biblioteca Central.
El Museo Arquidiocesano ha creado la Sala del Libro Antiguo, en donde actualmente se realiza la precatalogación del fondo, compuesto por 5 mil libros más otros mil fascículos un buen estado de conservación.
Daniel Sanabria Barrios, quién está al frente del proyecto, apoyado por el padre Raúl Mena responsable de Bienes Culturales en la Arquidiócesis de Monterrey, mencionó que esta tarea empezó en junio pasado y registra un 5 por ciento de avance.
“La Sala del Libro Antiguo es un excelente complemento a lo que exhibe el museo, que son las piezas de arte o históricas, pero que dentro de poco este sea otro de los motivos para visitar al museo”, señaló.
Joyas bibliógráficas
El fondo está integrado principalmente por libros de literatura cristiana, junto a la Colección Patrística con sus 12 volúmenes.
Hasta el momento se tienen identificados títulos impresos que van del Siglo XVI hasta 1910. Se tienen algunas pistas de cómo llegó a conformarse este acervo.
Daniel Sanabria relata que el escritor y ex director de la Biblioteca Cervantina, Ricardo Elizondo Elizondo (fallecido en 2013), aseguró que provenía por una donación de la familia Blancarte.
Además, se piensa que varios de los títulos provenían del Seminario de Monterrey, gracias a que varios libros cuentan con un sello que los identifican, aunque aún no ha establecido a qué periodo histórico de la institución religiosa pertenecen.
Entre el acervo destacan Biblias antiguas, ejemplares de derecho canónigo y de doctrina religiosa; pero también existen títulos de Historia, Ciencias, Filosofía y obras de literatura universal impresas en latín, francés, entre otras.
Se contempla que una vez culminada la catalogación, el espacio pueda ser visitado por el público e, incluso, organizas conferencias sobre los contenidos en el fondo.