La provocación del título de la mesa, “Crónica, una forma de recuperar la memoria”, estaba más dirigida a recordar la importancia del género ante el movimiento estudiantil de 1968, pero se convirtió en una reflexión en torno al lugar que ocupa en la actualidad y, en especial, a la necesidad de buscar su recuperación como una forma distinta de entender la realidad.
Así, Carlos Puig aseguró que la crónica es, en el fondo, el más puro, el más real, el más
original de los géneros, sobre todo “porque cuenta lo que pasó, sin mayor investigación posterior o anterior”, si bien hay desafíos que se deben superar a cada tanto.
“Está en nosotros la elección para que, en lo sucesivo, siga transmitiendo el espíritu y la verdad de lo que ahí sucedió. Eso es lo que hacemos todos los días quienes contamos las historias que pasan en la calle: elegir, y para eso hay ciertas reglas: para aproximarse lo más que se pueda a la verdad debemos saber que la crónica
no es la verdad, porque la verdad es simultánea y el lenguaje nos obliga a ser selectivos”, enfatizó el columnista y conductor en Grupo MILENIO.
Durante su participación en el Encuentro de Periodismo Cultural Latinoamericano Oaxaca 2018, celebrado como parte de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), el periodista explicó que, más allá de la plataforma —ya sea en televisión, en radio o en lenguaje escrito—, “quienes nos dedicamos a esto tenemos la obligación de elegir: de izquierda a derecha, o de derecha a izquierda; de adelante para atrás, de atrás para adelante”.
“Los buenos cronistas saben elegir en qué orden contar, qué empezar a contar, qué énfasis poner, en qué momento de cada crónica, para que eso medianamente se parezca a la verdad: la verdad no la inventamos los periodistas, la inventó el genio de la literatura en nuestro idioma y lo hizo en un cuento maravilloso, que se llama El Aleph”, dijo Carlos Puig al recordar a Borges.
La verdad como objetivo
Durante una mesa que compartió con Pamela Cerdeira, conductora de MVS Noticias –moderada por Baltazar Domínguez, productor de Radio UNAM–, el titular del programa de entrevistas
aseguró que más allá de que se hable de un
boomde la crónica en el mundo de habla hispana, sí se ha perdido el oficio de la crónica periodística.
“Recuerdo periódicos que tenían a enormes cronistas parlamentarios; me eduqué leyendo a colegas cuando nos contaban las sesiones en la Cámara de Diputados o en el Senado, con un rigor y un talento periodístico que rozaba lo literario. Hoy hemos perdido un poco eso de la crónica, hemos perdido el valor de ese arte cotidiano que es contar la realidad eligiendo y diciéndole al lector: de todo el día, lo que importó fue eso”.
En un foro que apenas resultó suficiente para albergar a estudiantes y lectores, dentro de la nueva sede de la FILO, el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, Pamela Cerdeira reconoció que el mismo nombre de la mesa recordaba la importancia de la búsqueda de la verdad, lo que el periodismo ha perseguido siempre.
“¿Y por qué la verdad tiene esa importancia? Porque hemos construido sobre diferentes acontecimientos, narrativas distintas, que vienen de grupos de interés para ver con qué historia nos vamos a quedar; acercarnos a la verdad es muy importante, porque evita que la volvamos a repetir. Acercarnos a la verdad nos lleva a entender quiénes somos, de dónde venimos, y por qué estamos parados en donde estamos”.
Desde la perspectiva de Puig, en momentos de tanta confusión, como los que vivimos en la actualidad, el ejercicio periodístico requiere, por sobre todas las cosas, permanecer apegado a sus principios, porque si bien tenemos mayor información a nuestro alcance, “es de la buena y es de la mala”.