“La democracia puede fortalecerse, pero también erosionarse”: José Woldenberg

El autor del libro Contra el autoritarismo dijo que desde el Ejecutivo no se ha construido un espacio para la reproducción de la pluralidad.

José Woldenberg, ex consejero presidente del Instituto Federal Electoral. (Foto: Archivo)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

“La democracia, como cualquier régimen de gobierno, puede fortalecerse o no, pero lo que vamos a ver después de las elecciones es si realmente somos capaces de fortalecer nuestra germinal democracia o si la vamos a erosionar. Democracia y concentración del poder, sin embargo, son antónimos”, aseguró el académico José Woldenberg.

En entrevista, a propósito del lanzamiento del libro Contra el autoritarismo (Ediciones Cal y Arena, 2021), José Woldenberg reconoció que los textos que integran el volumen son producto del desasosiego y de la preocupación, al ver que lo que parecía una germinal democracia, en donde la diversidad política podía convivir y competir de manera pacífica y ordenada, “se nos empieza a convertir en un espacio público e institucional intolerante y refractario a la pluralidad”.

“Mucho de lo construido estos últimos años va a resistir o esperemos que resista: ahí está la Corte, ahora elegimos una Cámara de Diputados que recoge la pluralidad. Tenemos órganos autónomos que están funcionando, pero también tenemos partidos políticos diversos y unos medios que tienen márgenes de libertad mucho mayores a los que tenían en los años 70 y 80; tenemos una sociedad civil organizada mucho más fuerte… todos esos son diques a los intentos autoritarios: seguimos teniendo una constitución, unas instituciones y una sociedad diversa y plural y la única manera de que esa pluralidad pueda vivir de manera armónica es en un régimen democrático”.

En ese sentido, quien fuera consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), ahora INE, reconoció que nadie puede aspirar a que en la vida no existan conflictos y en la vida política mucho menos, por lo que más que tratar de exorcizar esos conflictos, resulta fundamental construir conductos para que esos conflictos puedan resolverse.

“Si algún partido político o candidato no está conforme con los resultados, puede acudir al Tribunal a impugnar. Ese es nuestro diseño, lo que no se vale es descalificar y hacerlo sin pruebas, pero si nuestros conflictos se van a resolver por las vías institucionales, eso acaba fortaleciendo a la propia democracia”.

José Woldenberg advirtió que desde el Ejecutivo no se ha construido un espacio para la reproducción de la pluralidad, sino da la impresión de querer un país alineado a su voluntad y eso “resulta bastante peligroso”.

“Eso es lo que más miedo me da, porque la democracia, como todo régimen de gobierno, como toda creación humana, puede fortalecerse, pero también puede erosionarse y, en el extremo, puede desaparecer. Y no es un fenómeno mexicano, hemos visto en otras latitudes a presidentes que llegan al poder a través de las elecciones y después hacen todo lo posible por cancelar los espacios de expresión de la diversidad política y pretenden subordinarla a la voluntad del presidente, como si no hubiéramos electo un presidente, sino un sultán”.

El catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha logrado entender cabalmente que, si bien él es el titular del Poder Ejecutivo, existen otros poderes constitucionales, órganos autónomos del propio Estado y no está solo en el escenario, “y que un país tan diverso y tan complejo como el nuestro no puede ser encuadrado bajo una sola voluntad”.

“Desde el gobierno sí veo un intento por forjar una especie de híperpresidencialismo, que puede acabar en autoritarismo, con un presidente que subordina a los otros poderes constitucionales, que desprecia a los otros partidos, que no valora lo que se hace desde la sociedad civil, que cree que los académicos o periodistas o medios que realizan alguna crítica son sus enemigos”.

PCL

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