El sol a tope produce un calor intenso que es atrapado por el concreto y el empedrado de las calles, es el medio día del Viernes Santo y más de cinco mil personas se dieron cita para admirar el andar de lo Crucíferos en Temascalcingo.
Esta hermandad que data sus inicios en 1902 acompaña a Jesús en su viacrucis antes de ser crucificado y en cada caída que sufre el hijo de Dios, ellos, ataviados de blanco con el rostro cubierto y cargando cruces que llegan a pesar toneladas, caen con él azotando sus cuerpos en forma de penitencia.
El tamaño y peso de las cruces verdes son variados ya que depende de la penitencia de cada participante y así, bajos los intensos rayos del sol y un pavimento que quema sus pies descalzos avanzan sobre el primer cuadro de este municipio mexiquense para perpetuar esta tradición de 120 años.
Al inicio del contingente van las cruces conocidas como "Reinas" que son las más antiguas y poco a poco van reduciendo en tamaño tanto las cruces como los Crucíferos para llegar al final donde los niños también participan en dicha procesión.
Esta cofradía de penitentes inicia su preparación desde el Miércoles de Ceniza y es el Viernes Santo cuando desde la madrugada inician oraciones en el templo de San Miguel Arcángel para después acudir a El Calvario por la imagen del Santo sepulcro que trasladan en silencio nuevamente al templo central.
Este 2022, después de dos años de pandemia y de aforos reducidos, está antigua tradición nuevamente fue visitada y apreciada por miles de temascalcinguenses y turistas.
JASJ