Restauradores trabajaron a marchas forzadas para tener a los niños Jesús

Desde hace diez años Alberto Mendiola Contreras repara las piezas principales de los nacimientos mexicanos.

Restauradores del Mercado Juárez trabajaron contra reloj (Verónica Rivera)
Lilia Ovalle
Torreón, Coahuila /

De los pasillos del mercado Juárez emergen sonidos y olores únicos e irrepetibles y en los momentos de emergencia, el color de la pintura se ciñe a las túnicas de los reyes magos, el manto de las vírgenes o los pañales del niño Jesús que, en medio de las prisas cayó estrepitosamente al suelo rompiéndose no sólo los dedos o el cuello sino en casos extremos queda con las piernas pulverizadas.

Desde hace diez años Alberto Mendiola Contreras comenzó a trabajar en el interior del mercado, en donde tiene un taller de reparación de figuras religiosas. 


Ahora, dijo, se encuentran a marchas forzadas para entregar las figuras del nacimiento que este año sufrieron algún percance y que no fueron desplazadas por otras nuevas ante el apego emocional de sus propietarios, lo que confirma que las cosas son objetos hasta que éstos se vinculan a un recuerdo y a una emoción.

“Ya estamos aproximándonos a la fecha de la nochebuena y navidad y de lo que se trata es de acostar al niño aunque no nada más reparamos niños sino cualquier otro tipo de figura, desde los reyes magos hasta otras. Depende de lo dañado que venga la figura y del tamaño, es lo que se cobra porque por ejemplo a este se le reparó una pierna y cobramos 250 pesos por reconstruirla porque venía hecha pedacitos”.

Otros servicios que ofrecen es el de dar color a las figuras con pintura en general. Alberto Mendiola dijo que en cuanto a las figuras fracturadas, para darles de nuevo unicidad se utilizan pegamentos especiales para garantizar el trabajo. Las solicitudes más insistentes son previa la navidad pero durante el año, acotó, se arreglan ángeles, san migueles y san judas tadeos, junto a los divinos niños.

“Aquí la gente corre con nosotros para arreglarles los niños pero todo el año tenemos trabajo, mire, la señora todos juntos, nos trajo tres niños dioses”, mencionó sobre una cliente que contó, sus niños estaban sentados sobre un mueble y llegaron a su casa y recargaron una bicicleta y todos cayeron.

“Fueron 600 por los tres, los trajimos el día 12 y el 22 nos los andan entregando. Yo me los llevo al ejido La Unión”, comentó la señora Dulce quien con los bebés boca abajo dentro de una caja de cartón, aún se prestó para que le dieran la última pasada de pintura a un pañal. 

Ahora lo que sigue, dijo, es elegir lo que se cenará pero debido a las prisas lo más probable es que haga un pozole porque hizo tamales pero los llevó al Hospital General para pagar una promesa de su hija.

ACA

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.